El partido del sábado ante el Albacete no es una final pero sí un test importante. Tras las dos difíciles salidas fuera, regresar a casa se convierte en la ocasión perfecta para volver a la senda del triunfo. En una semana marcada por las entradas y salidas, con sorpresa incluida, el nivel de unidad del vestuario azulgrana se medirá este sábado sobre el césped.
Anquela en Villarreal | Foto: LFPHace un tiempo que Anquela lleva apelando a la unidad de los suyos y parece que, más allá de que entren o no las ocasiones, se cometan fallos o no, el problema es común a todos. Ahora, hará falta saber sí el mensaje definitivamente ha calado en su plantilla. Sorprende ver como el equipo azulgrana llegó a madurar y hacerse fuerte en la categoría para después comenzar a dudar y perder confianza hasta regresar a posiciones de descenso, lugar que no habitaba el Huesca desde la jornada siete.
Y ese maremágnum de sentimientos que rodea al fútbol también juega. También lo declaró Anquela en Mendizorroza hablando de la fortaleza mental de este equipo. La entidad ya ha tratado los dos próximos partidos en El Alcoraz de una forma extraordinaria en la dinámica habitual de la temporada. En Camino Cocorón saben de la importancia del choque. El problema o parte del problema ya está detectado. Ahora falta que el colectivo se concentre en lograr el golpe anímico que traería la victoria ante el Albacete.
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