HUESCA | El judo base se luce en Huesca. La Escuela Club Ibón vivió este fin de semana una jornada inolvidable con los más pequeños como grandes protagonistas. Hasta 150 jóvenes judokas se dieron cita en una actividad especial organizada para fomentar el compañerismo, la pasión por el judo y los valores del deporte.
La jornada se dividió en cuatro sesiones diferenciadas, en las que los pequeños deportistas pudieron compartir experiencias, aprender y, sobre todo, disfrutar del judo en un entorno alegre y educativo. Participaron alumnos de todos los centros donde el club imparte clases: Juan XXIII, Alcoraz, Santa Ana, Siétamo y Tierz.
El objetivo principal era claro: unir a los judokas de diferentes centros, fomentar las relaciones entre ellos y crear un ambiente de colaboración y aprendizaje mutuo. Y lo consiguieron con creces.
Una experiencia que va más allá del tatami
Desde la organización destacan el ambiente de respeto, alegría y compañerismo vivido durante toda la jornada. Los niños no solo compartieron espacio en el tatami, también vivieron una experiencia enriquecedora que refuerza los valores del judo dentro y fuera del dojo.
El éxito de la actividad ha sido rotundo. Tanto, que desde la Escuela Club Ibón ya están pensando en futuras ediciones. La experiencia ha servido para consolidar una comunidad de pequeños judokas que crece unida y con pasión por este arte marcial.
Con jornadas como esta, la Escuela Club Ibón reafirma su compromiso con la formación integral de sus deportistas, apostando siempre por el deporte como herramienta educativa y de convivencia.