ZARAGOZA | El Real Zaragoza llega a Los Cármenes para medirse al Granada, en un duelo sin red de seguridad, en un enfrentamiento plagado de simbolismos. Se enfrenta Ramírez a Fran Escribá, el último técnico que acumuló en La Romareda el tiempo exacto que el canario busca en su banquillo. Escribá dejó huella, por mucho que su temporada se torciera con un despiste de Poussin. Como el fútbol es cíclico y caprichoso, una de las cuentas por resolver es ver si Ramírez le da continuidad a Femenías o si perdona al francés de su fallo en el Albacete. Todo indica que hará lo primero.
El Zaragoza camina cerca del peligro, en un ritmo doloroso, regular; camino ya de un bucle insoportable. Se mueve en la tierra que más quema, con un único perseguidor y él mismo como el peor de los enemigos. Ha perdido todos los trenes de la temporada y Ramírez acumula un balance pobre: 5 de 18. No ha logrado cambiar el curso y no ha llegado a mejorar al equipo. Una idea parece hoy recurrente: con mayor o menor acumulación de defensas, su idea y su balance parece indefendible.
El Real Zaragoza en Granada
En ese contexto, complejo de pe a pa, con el agravante de la marcha de Cristian, el Zaragoza llega a un territorio vedado. El balance histórico le añade un punto de dificultad: el equipo maño solo ha vencido cuatro veces en 23 visitas al campo nazarí. Ante esa complejidad, el Zaragoza se remite a un atributo de su historia. Siempre fue mejor equipo ante los poderosos que ante los débiles. Y el Granada de Escribá está entre los mejores de la categoría.
El equipo nazarí posee un amplio abanico de recursos. En ataque, Stoichkov y Boyé son jugadores de otra categoría. Los dos combinan las dos cualidades más valoradas de este juego: el talento y el gol. Y con eso ya está casi todo dicho. En el ala diestra aparece Tsitaishvili con su zurda y en el banquillo esperan alternativas tan poderosas como Weismann. En el timón, se mantienen dos clásicos de este juego: Manu Trigueros y Sergio Ruiz. El fútbol avanza para todo el mundo, pero el tiempo se detiene con ellos. Trigueros, sin ir más lejos, es capaz de expresarse con el pase con tanta fluidez como en su primer día.
Un plan para Los Cármenes
En un campo complejo y con un equipo entre algodones, Ramírez tendrá que improvisar. Ha encontrado lagunas en el sistema de Escribá y siente que el comportamiento del equipo puede hacerle más poderoso a domicilio que en su estadio. Alejado del clima de La Romareda, el técnico será más fiel a sí mismo. El rombo dejó sin rumbo al equipo, mejor articulado en un sistema de tres, más reconocible también para sus futbolistas. Al menos, hasta que Guti regrese para complementar a Francho y le pueda dar piernas a un equipo en el que Ares solo ha brillado un par de tardes. Nunca como interior. Se espera el perdón de Pau Sans, capaz de jugar con una sonrisa en un equipo lleno de tristes. Y se busca que Bazdar vuelva a parecerse a sí mismo en Los Cármenes. En un partido hecho de alambres y de dificultad, las diferencias pueden marcarlas los distintos.
Posibles alineaciones:
Granada CF: Luca Zidane; Rubén, Miguel Rubio, Lama, Neva; Sergio Ruiz, Manu Trigueros, Tsitaishvili, Rebbach; Stoichkov y Lucas Boyé.
Real Zaragoza: Joan Femenías; Iván Calero, Bernardo Vital, Jair Amador, Enrique Clemente, Dani Tasende; Kervin Arriaga, Francho Serrano, Ager Aketxe; Pau Sans y Samed Bazdar.