El jugador del Real Zaragoza Simone Grippo ha declarado hoy que el partido que el próximo viernes enfrentará a su equipo contra el Albacete Balompié en el estadio Carlos Belmonte es “importante y muy difícil”, tras las dos derrotas consecutivas que acumula el conjunto aragonés.
“Ellos están bien y somos conscientes de que es un partido importante pero no hay que olvidar que estamos en el mes de septiembre y que, por lo tanto, no es una final”, ha comentado el jugador suizo que ha añadido que está convencido de que el Real Zaragoza hará “un buen partido” en terreno manchego.
A este respecto, ha recordado lo que el conjunto maño vivió el año pasado: “en enero estábamos a un punto del descenso y al final acabamos terceros. Esto es muy largo pero hay que darle la vuelta rápido, y lo vamos a intentar, pero sin olvidar que no es un partido a vida o muerte”.
El central considera “un reto muy bonito” ganar en Albacete donde recuerda que la pasada temporada fue “difícil jugar” y que espera algo similar el próximo sábado porque esta campaña se han reforzado con jugadores de calidad como Febas y Valderrama.
Simone Grippo está convencido de que el próximo viernes el conjunto aragonés cambiará “completamente” porque lo necesita ante un rival que está “muy bien” y que les va a exigir “mucho”.
El jugador helvético ha reconocido que después de la victoria en el campo del Oviedo la plantilla pensó que se podía mantener arriba en la clasificación pero que habían fallado en los dos siguientes partidos contra el Almería y el Lugo. Igualmente ha expuesto que la plantilla del conjunto maño está “unida y lista” para darle la vuelta a la situación actual con “mucha intensidad”.
Preguntado por las facetas del juego en las que debe mejorar el equipo con respecto a los anteriores encuentros, el zaguero ha analizado que tienen que hacerlo en “la salida de balón, en tres cuartos y en el último pase”.