Con un buen final de la fase regular y tras la trabajada y gran victoria lograda en el primer encuentro de los playoffs, la ilusión había vuelto a la ciudad turolense. El CV Teruel llegaba con otra actitud a Gran Canaria aunque era consciente de lo complicado que iba a ser imponerse en la pista del Guaguas.
El sábado se celebró el segundo partido de la eliminatoria. El conjunto de Rivera tenía que darlo todo, poner al rival contra las cuerdas ya que una victoria de los turolenses dejaba la eliminatoria sentenciada y, por lo tanto, el pase a las semifinales de la Superliga. Sin embargo, los canarios se pusieron el mono de trabajo y con mucha seriedad fueron cerrando cada set.
Los dos primeros costaron sudor y sangre ya que acabaron con ventaja de tan solo dos puntos (27-25 y 25-23); el último ya fue otra historia. Producto del desgaste físico y moral por ir con un marcador tan adverso, los naranjas cedieron y entregaron fácilmente el segundo partido con un último parcial de 25-14.
Todo se decidió en el tercer encuentro que se disputó el domingo también en la pista canaria, recompensa por su mejor posición en la fase regular. El CV Teruel tampoco supo medir bien el partido y aunque luchó cada set fue insuficiente para superar al Guaguas. Con parciales de 25-18, 25-20 y 25-20, los turolenses decían adiós definitivamente a una temporada muy irregular, lejos de las pretensiones del club.