Gucek seguirá ligado a la disciplina del BM Huesca las dos próximas temporadas. Es uno de los jugadores básicos del sistema defensivo de Nolasco. Poco se le ha visto en labores de ataque, pero cuando suelta su brazo, la velocidad de la redonda es endiablada. El lateral izquierdo del Bada Huesca llegó hace dos temporadas para meter cemento al 6:0 altoaragonés. Comenzó su andadura en el Harstnik, donde paso la mayor parte de su carrera juvenil, en Eslovenia. En 2016 empezó a jugar en el RD Koper donde consiguió jugar los clasificatorios de la EHF y la fase de grupos, hasta que decidió venir a la Liga Sacyr ASOBAL donde ha crecido como jugador
Roza los dos metros y los 100 kilos y es uno de esos tipos que desde que llegó se hizo con el vestuario. Es de los jugadores que hacen equipo. Por ser más claros: “Es una buena persona”. Y al entrecomillado, su técnico le añade otro: “Para mí es un 10 como persona y de allí se elaboran los grandes jugadores”.
Janez Gucek ha tenido momentos de más y menos protagonismo dentro del equipo. Nunca ha puesto un ‘pero’. Todo lo contrario. “Siempre ha dado facilidades y su evolución en estas dos temporadas ha sido importante. Y lo que tiene por delante va a sorprender a más de uno, no a nosotros que lo vemos en cada entrenamiento y en cada partido”, acota Nolasco. El técnico está convencido de que la próxima campaña vaa a tener el esloveno especial protagonismo.
La confianza en su juego es absoluta. A un cuerpo técnico donde le gusta la polivalencia, Gucek es la rueda dentada del engranaje de un reloj. Es un lateral izquierdo en ataque que se hace dueño del centro de la defensa y con el brasileño Rodrigo Benites conforman un bosque de piernas y brazos para evitar al máximo los ataques de los rivales por ese lugar.