Con 15 jornadas disputadas y 12 puntos conseguidos -tras una única vitoria y nueve empates- quizá merece la pena detenerse a analizar a grandes rasgos la marcha de la SD Huesca por la primera división.
A las iniciales sensaciones de ser un equipo que practicaba buen juego y al que únicamente la falta de efectividad le privaba de ascender puestos en la tabla, le ha sucedido en estos últimos partidos el sinsabor de la impotencia.
Son varios los encuentros en los que ya no se crean tantas ocasiones de gol y en los que la autoridad del control de partido (tan necesaria para el estilo de Michel) dura tan sólo el primer tiempo. Si se da el caso de poder marcar en esos minutos y así navegar con viento a favor, es posible pelear por ganar. O al menos, por no perder.
Pero si por el contrario es el adversario quien se adelanta en el luminoso, la plantilla parece carecer de argumentos futbolísticos para darle la vuelta al partido.
Llegados a ese punto, podría ser el momento de mirar al banquillo y elegir a los jugadores en cuestión que pudieran darle un impulso al juego. Pues bien, con la lesión de Sandro, solamente la aparición de Rafa Mir agita en cierta manera el frente de ataque. En el centro del campo, ninguna de las aportaciones hasta ahora está siendo reseñable, y en defensa parece más que patente el margen de mejora del equipo, que tiembla en cualquier balón colgado al área.
A mi juicio son muy necesarios los refuerzos para incrementar la competitividad del equipo -al menos un jugador por línea- y así poder pelear por la permanencia, Eso sí, habiendo conseguido al menos 4 o 5 puntos más antes de la finalización de la primera vuelta. Ya que, de no conseguirlos, es posible que no se deba pensar en el pan de hoy, sino en el pan para mañana. Es decir, repetir la acertada estrategia del anterior mercado de invierno de primera división en la que llegaron jugadores como Enric Gallego o Javi Galán (cuyo rendimiento hace pensar que podamos estar disfrutando de su presumiblemente última temporada como azulgrana) jugadores que pueden ayudar en primera, pero más pensados para la segunda división. Triste objetivo este último a falta de más de 20 partidos para la finalización de la temporada.
Créanme si les digo que son tan grandes las ganas de equivocarme, como las de que el equipo reaccione a tiempo. Mis mejores deseos tanto para el equipo como para la afición de la SD Huesca. Feliz 2021.
Pablo Pueyo Canalís