ZARAGOZA | Pasa el tiempo, y un día más es un día menos para la Copa de la Reina. Apenas faltan 10 días para que el Casademont se estrene en el torneo doméstico, que se disputará en su casa, el Príncipe Felipe, y la emoción, los nervios y la ilusión son ahora el pan de cada día. Una de las jugadoras más trascendentales y queridas del equipo rojillo, Helena Pueyo (escolta), detalla en una entrevista con este medio la última hora del equipo antes del evento, su progresión en su primer año en la Liga Femenina Endesa, su paso por los Arizona Wildcats en territorio estadounidense y qué espera del EuroBasket, que se disputará este mismo verano.
-En primer lugar, ¿cómo se encuentra?
-Me encuentro bien, la verdad. Desde que llegué aquí la gente me ha acogido súper bien, creo que no hay mejor afición que esta, y que cada partido en casa es especial. Desde que estoy aquí me encuentro súper contenta con todo, con el equipo, con las compañeras, con el ambiente y la Marea Roja.
-Hablando un poco de lo más reciente, victoria 66-50 ante Gran Canaria que, supongo que al ser el rival de cuartos en la Copa de la Reina, otorga una dosis de moral.
-Sí, yo creo que sobre todo estos partidos son para coger confianza y para poder entrar en lo que es la Copa lo más afinadas posible, con la mejor motivación y así poder dar otro pasito.
-¿El haber vencido al Gran Canaria a 11 días de la Copa puede hacer que se confíen?
-Creo que no nos podemos confiar y más con algunos precedentes anteriores, pero creo que sí que nos sirve para entrenar y para ser conscientes de que van a venir a por todas y de que será un partido en el que puede cambiar todo en cualquier momento. Tenemos esa confianza de haber ganado, pero tenemos que seguir trabajando y seguir intentando mejorar.
-Lo hablé con Nerea Hermosa en la entrevista pasada, y Carlos Cantero, el técnico, lo ha dejado patente en varias ruedas de prensa. Asumo que la ilusión por la Copa es increíble, ¿no?
-Desde que entré aquí, siempre escucho a la gente hablar de que fue una pasada lo de la Copa de hace dos años, que se ganó y que fue todo increíble. Tengo muchísimas ganas. Se lo decía ayer a Nerea, queda súper poco, queda nada, queda una semana y poco. Llevo soñando con este momento durante toda la temporada, y estoy deseando poder hacer cosas grandes. Si ya de normal viene gente al Príncipe Felipe, yo creo que para este evento va a estar aún más lleno.
-Al quedar eliminadas de la Euroliga cuya final se va a jugar en Zaragoza, ¿cree que todavía tiene más importancia la Copa? Es la última bala como quien dice…
-Creo que son cosas diferentes. Sí que nos hubiese encantado poder jugar la Final Six de la Euroliga, que también es aquí, habría sido un premio enorme, pero creo que estar en el top 8 de Europa es un premio que nadie se lo imaginaba antes. Creo que para esta Copa de la Reina tenemos más hambre y queremos ir más para poder intentar llevárnosla.
-Así, entiendo que el objetivo es ganarla por todo lo alto, ¿no?
-El objetivo es ganarla, obviamente, y más con todo lo que yo he escuchado de hace dos años. Todo puede pasar, es a un partido y yo creo que el objetivo es ganarla. Ahora es el único reto que nos toca y todas estamos pensando en eso. Como equipo, siempre hablamos de que: “vamos a ir a por ello, vamos a ganar esta Copa, que nos lo merecemos”. Al final hemos estado tan cerca de tantas cosas… ojalá ganarla. Sería un gran premio para todos.
-Pasando a la Liga Femenina Endesa, supongo que su objetivo es seguir cuartas y alcanzar un buen puesto para los ‘playoff’ por el título…
-Cuanto más arriba mejor, pero sabemos que los equipos de la parte alta son fuertes, sabemos que todo puede pasar, pero queremos seguir cuartas y ojalá podamos quedar terceras para tener más accesibles los ‘playoffs’ por el título, pero bueno, yo creo que estamos en una buena posición. Sí que hemos tenido algún partido que hemos fallado, que tendríamos que haber ganado, pero son cosas que pasan. Al final es una temporada larga y creo que estamos en una buena posición.
-Hablando un poco de lo más inminente, esta próxima semana tienen partido contra Ardoi. Van últimas, allí se ganó 51-84. Imagino que, de alguna forma, se sienten obligadas a ganar y más para llegar con buenas sensaciones a la Copa, ¿no?
-Yo creo que no tenemos esa presión de “tenemos que ganar, ganar y ganar”. Considero que la idea es llegar con unas sensaciones positivas. Nos lo contaba Carlos, que aunque, por ejemplo, estamos jugando bien y vemos que vamos perdiendo de dos, siempre queremos mostrar esas buenas sensaciones, sobre todo para la Copa. Sí que es verdad que es un partido que nos tiene que servir también para prepararnos para lo que nos viene, porque al final, contra equipos como Ardoi, nunca sabes lo que puede pasar.
-Un partido trampa, como se suele decir…
-Sí, entonces nunca te puedes confiar con nadie, y ya se ha visto, han habido resultados en la Liga que nadie se esperaba. Nos tiene que servir sobre todo para la confianza y para seguir igual de motivadas que estamos ahora para la Copa.

-Dejando atrás el tema colectivo y centrándonos más a nivel individual. ¿Cómo está viendo su primera temporada en la Liga Femenina Endesa?
-Bien. En verdad, yo pensaba que me iba a costar un poco más adaptarme, pero yo creo que ha ido bien. Obviamente he tenido altibajos, que eso pasa, al final es buscar esa consistencia, pero bueno, yo creo que en general lo estoy haciendo bien. Tanto el staff como las jugadoras me han ayudado mucho. Creo que como equipo somos una piña y todas intentamos tirar de todas en cualquier momento y creo que eso es lo que nos hace ser este gran grupo.
-¿Qué cree que ha mejorado desde su llegada aquí?
-En triples sí que es verdad que no empecé muy fina al principio de temporada, luego he estado trabajándolo en estos últimos meses, y creo que se ha visto una mejora. Al final es eso: mejorar. Un día te puede salir mejor, un día peor, pero hay que insistir. Después diría que en temas defensivos, a lo mejor sí que es verdad que he estado trabajando mucho más el bloqueo directo. En general, todos estos aspectos defensivos, que a lo mejor antes no me habían enseñado fuera, aquí trato de aprenderlos y ejecutarlos mejor cada día. Son pequeños detalles que, a lo mejor, cuando yo estaba en la universidad, no eran tan importantes en ese momento, pero aquí te das cuenta de que en una liga profesional te tienes que saber todo este apartado.
-¿Qué cree que todavía le falta? ¿En qué faceta considera que puede dar un plus?
-Siempre me dicen que tengo que ser más agresiva. Hacer los tiros que tengo que hacer, pero también intentar ser más agresiva, que creo que cada vez estoy haciendo lo mejor. No obstante, no hay dejar de insistir. No pasa nada si fallas 5 y luego metes 5 más, porque al final es eso, o sea, insistir. Siempre me dicen que nunca deje de hacer cosas, esté metiendo o no. Inciden en que confían en mí y siempre me dicen que sea yo, que no me frustre, que aunque falle, siga, que el premio acaba llegando.
-La lesión de Laia en su gemelo le está obligando ahora a ser el sustituto natural de Mariona en el puesto de base, cuando antes muchas veces jugaban las dos en pista. ¿Cómo vive ahora este rol como directora “pura” de juego?
-Diferente, pero bueno, ya ha habido alguna ocasión durante la temporada en la que he podido hacer de base, aunque fuera en un momento concreto. Es lo que el equipo necesita y antes sí que jugaba de base hace muchos años, por eso ahora estoy a lo mejor un poco floja. Al final tenemos que ayudarnos para hacerlo lo mejor posible. Mariona es una referente enorme para mí y obviamente en los entrenamientos me sirve mucho competir contra ella. Veo cosas que ella hace o cosas que me dice. A fin de cuentas, ella tiene una visión increíble, entonces a lo mejor hay cosas que no veo tanto y ella siempre me intenta ayudar.
-Ahora que habla de Mariona, supongo que en ella ven la figura de líder. A fin de cuentas es la capitana y la experiencia es un grado…
-Sí, básicamente, creo que es una líder. En los momentos más difíciles ella es la que nos está siempre apoyando. Aunque Carlos se enfade, ella siempre nos dice: “Chicas, tranquilas, estamos juntas, vamos a hacer esto”. Entonces, es ese apoyo que está presente en cualquier partido. Esté bien o mal, ella siempre nos está diciendo cosas. Creo que eso nos ayuda muchísimo a las jugadoras más jóvenes.

-Todas son aclamadas, pero usted es una de las jugadoras más queridas por la Marea Roja. ¿Nota ese cariño en su día a día?
-Desde que llegué, la afición ha sido súper cercana conmigo. Me han acogido súper bien. Además, siempre están ahí apoyándonos y la verdad que yo pienso que sin ellos habría partidos que no los hubiésemos sacado. Parece que no, pero se notan muchísimo. Vienen a todos los partidos y cambia mucho que estén o no. Es como tener un jugador extra que está ahí siempre y eso mola tenerlo.
-¿Se ve jugando más tiempo en el Casademont? ¿La próxima temporada contaremos con usted?
-Yo tengo un año más uno de contrato y aún ni lo he pensado. Quiero que pase la Copa de la Reina y ya luego ver, porque al final las cosas cambian también, pero por ahora, siempre he dicho que me encantaría estar aquí años, que me gusta muchísimo este club. Sobre todo por la afición que hay, por la ciudad y por el ambiente. Muchos equipos desearían tener esto que tenemos aquí. Eso hace mucho también.
-Volviendo al inicio, ¿cómo empezó esta pasión por el baloncesto?
-Mi hermano mayor jugaba a baloncesto y yo siempre he sido una niña a la que le ha gustado hacer todo tipo de deportes. Como mi hermano jugaba, yo empecé con 3 años y medio también a jugar. Mi primer entrenador además fue Álex Abrines (actual jugador del Barça) que también es de Mallorca, y al final poco a poco siempre he querido mantener ese deporte, pasaban los años y yo quería seguir y seguir. Es verdad que en el colegio yo jugaba mucho a fútbol, me encantaba ser portera. Yo era la capitana, la portera, como la que mandaba todo. Siempre practicaba deportes de todo tipo, pero al final del día siempre quería jugar a baloncesto y me fue yendo bien hasta que me pude ir fuera, al Segle XXI y de allí ya para Estados Unidos.
-¿Cómo fue este viaje al Segle XXI? Al final era una niña prácticamente y le tocó hacer las maletas…
-Sí, la verdad es que en los dos años anteriores me lo habían ofrecido, pero yo no me veía fuera de casa y decía que no. Pasó un poco el tiempo y al final dije: “Bueno, creo que si quiero dar un paso más en el baloncesto no debo cerrarme a cosas y salir fuera”. Y al final decidí ir. Los primeros días estaba súper nerviosa, cagada y lloré muchos días, porque al final cuesta mucho irte de casa. Ahora lo pienso y es una experiencia que me ha dado todo. A día de hoy me ha abierto las puertas a poder irme fuera y a poder estar aquí hoy. Así que fueron años de aprendizaje, de competir, porque al final éramos junior que estaban jugando contra chicas que te sacaban 10-12 años en Segunda División. Y eso es lo que nos hacía mejorar, además con un grupo de jugadoras con una proyección y que estábamos súper unidas. Creo que ha sido un proceso duro, pero a la vez me ha servido un montón y me ha hecho estar donde estoy hoy.
-Luego se marchó a Estados Unidos para jugar en el baloncesto universitario en los Arizona Wildcats. Estuvo por allí hasta cinco años. ¿Qué tal por suelo americano? ¿Qué diferencias ve entre ese juego y el europeo?
-Es mucho más individual en el sentido de que vas a un equipo y ya sabes quién es la que se va a jugar todos los balones. Eso pasa mucho, sobre todo en los equipos que no son tan tops, pues ya sabes que hay una o dos jugadoras que van a hacer todo. En los equipos tops, ya no es que lo hagan una o dos, es que son todas. También es verdad que es un juego mucho más físico y creo que se permiten muchos más contactos. No es un juego tan europeo, aquí nos gusta mucho correr. Ahí es un juego mucho más parado. Sin exagerar, creo que allí teníamos más de 40 jugadas. Es un baloncesto diferente y el ambiente que hay ahí es impresionante y también mola.

-Una figura trascendental en su desarrollo deportivo y personal en Arizona fue la de Adia Barnes, su entrenadora. ¿Qué me puede decir sobre ella?
-Le tengo muchísimo cariño. Ella y el segundo entrenador, Salvo Coppa, son marido y mujer, o sea, es un matrimonio que lleva estando ahí como 10 años. Él es italiano y sí que es verdad que venía mucho a los Europeos y tal. Yo hablaba mucho más con él, principalmente porque habla español. Una vez vino ella desde Estados Unidos a Barcelona solamente para hablar conmigo y para verme. Eso hace mucho, porque creo que ella nunca hizo eso antes. Me mostró toda su confianza desde el principio y durante los cinco años fue a más. Ha sido como una madre para mí, tanto ella, como él, o como sus hijos. Siempre han sido muy importantes para mí. A día de hoy hablo mucho con ellos, porque eso es lo que hace el baloncesto: podernos encontrar y que ahora seamos una familia, saber qué tal están ahí, qué tal estoy aquí y, sobre todo, que ellos vean la evolución de sus jugadoras.
-Luego fue drafteada en el puesto 22 por las Connecticut Sun. ¿Cómo vivió esta noticia? Fue la cuarta española mejor posicionada y la duodécima en la historia.
-Sí, yo lo estaba viendo en casa de mi entrenador, además, y no sabía nada. Me habían comentado algo, pero siempre piensas que son súper pocas jugadoras y la cantidad que hay… Aunque te digan algo, nunca sabes, porque todo cambia. Cuando oí mi nombre fue como una mezcla de muchas emociones. No me lo creía, estaba súper contenta. Llamé a mis padres, todos súper contentos. Al final, el hecho de que te drafteen creo que es algo súper importante y que poca gente ha hecho. Desde ese momento, yo estaba como: “Vamos, llevo aquí cinco años, por fin se ve todo el trabajo”.
-¿Qué tanto le sirvió este paso por EE.UU. y cómo le ha afectado a la hora de adaptarse a la Liga Femenina Endesa?
-En mi último año, ya sí que es verdad que tenía ganas de volver. Pero claro, yo nunca había jugado aquí en Liga Femenina Endesa. Había visto partidos, había oído a gente que decía que es una liga súper buena, con muchísimo nivel. Cuando me fui de allí, tenía muchas ganas de venir. Obviamente quería fichar por un equipo que me transmitiera todo eso, y desde que estoy aquí siempre he estado súper bien. Creo que me costó muy poco adaptarme. Sí que es verdad que había jugado antes en España, pero no en Primera División.
-Por otro lado, ¿qué tal con la selección? Entró en la lista de la absoluta en junio de 2023 y el 7 de noviembre de 2024, en Castellón y ante Países Bajos, debutó oficialmente en partido. ¿Cómo vivió este momento? ¿Nerviosa?
-Entrar en la lista ya para mí fue un premio. Sí que es verdad que cuando estaba convocada en esa lista yo ya sabía que iba como invitada, pero al final poder compartir pista y entrenamientos con, por ejemplo, Alba Torrens, que siempre ha sido una de mis referentes, y estar en la dinámica de la selección, que yo lo llevaba viendo por la televisión muchísimos años, fue genial. Y después llegó el debut, que fue increíble. Yo ya tenía muchísimas ganas, estaba lista, súper contenta. Al final, es lo que yo soñé desde que era pequeña, poder jugar con la selección. Ahora a ver si puedo jugar mundiales, europeos y demás, que es también un reto que llevo ya soñando desde hace mucho tiempo.
-Por ello, supongo que su objetivo es hacerse un hueco para el Europeo de este verano. ¿Se ve con posibilidades de entrar en la lista final?
-Sí, el objetivo es poder entrar, pero sobre todo no entrar porque sí, sino mostrar con todo el trabajo, el sacrificio y la temporada que merezco estar dentro. Al final, si no te lo mereces, también tienes como esa sensación de que estás ahí por estar. Intentar hacerlo lo mejor posible, luego te puede salir mejor o no, pero sí, para mí sería algo impresionante. Al final, sería mi primera lista oficial convocada. Las Ventanas FIBA sí que son oficiales, pero no son un torneo, aún no es un EuroBasket. Sería algo más grande y sería un sueño.