En El aceite de la vida (Lorenzo’s oil) unos esforzados e inagotables padres, Susan Sarandon y Nick Nolte, dedican todas sus energías y recursos a la investigación de la enfermedad que sufre su hijo Lorenzo. Después de múltiples pruebas, consultas e hipótesis erróneas Nick Nolte, en un sueño revelador, descubre que la enfermedad que sufre su hijo es degenerativa y por lo tanto es su propio cuerpo quien la produce.
Salvando las distancias, también es nuestro Huesca quien está generando su propia enfermedad, su propia sangría. Es nuestro equipo quien lo hace todo en el partido. El que genera ocasiones, el que lleva el ritmo, el que dispara, el que provoca penaltis, el que los regala, el que los mete, el que los falla, el que concede atrás, el que cuando parece que lo tiene todo a favor se empeña en complicarse…
La película, y siento hacer un spoiler, no acaba bien. Espero que la nuestra lo haga mejor. Confiaremos en que los especialistas puedan aplicar el tratamiento adecuado. Parece que va a llegar una dosis de antibiótico en forma de refuerzos. Tendremos la esperanza de que no sea tarde para nuestro enfermo.
Pablo Pueyo Canalis