Ultra Trail Mont Blanc. Quizá la prueba más mediática en el mundo del trail. 106 millas -171 kilómetros- y 10.700 metros de desnivel positivo que se hacen eternas. Una distancia que no es del agrado de Hernando que llegará con buenas sensaciones a la carrera. La fiesta se celebra del 27 de agosto al 2 de septiembre.
La carrera por excelencia donde los favoritos acaban por la puerta grande o en la enfermería. Aquello de champán o suero. Kilian Jornet, que no llevará el dorsal 1 sino el 2, encabeza el grupo de candidatos firmes a la victoria. Cosa de los puntos ITRA. Esa distinción le corresponde al estadounidense Jim Walmsley. El campeón del mundo de trail se ajustará el 4. La distancia no es la que mejor se adapta al corredor burgalés afincado en Jaca. Se le hace casi eterna. Las 106 millas del trazado son muchas. Por montaña más. Las 31 últimas -50 kilómetros- funden a cualquiera. “Un reguero de cadáveres”, dice con una sonrisa Ramón Ferrer (Monrasín), una de las personas que más sabe sobre esto de correr por montaña y que estará en el equipo de Luis Alberto junto a Toño Algueta y la mujer del campeón del mundo, Nieves. Antes de ese último tramo se va rápido, muy rápido. “Es una carrera que sale de mi zona de confort”, atornilla de forma diplomática Luis Alberto Hernando que tiene un segundo puesto, en la edición de 2015, y dos comparecencias dolorosas pero que aleja cualquier idea de que sea una relación de “amor u odio” con el UTMB pese a que la mala suerte le ha perseguido.
¿Y cómo se encuentra a poco más de una semana de participar? Se lo piensa antes de contestar. Por dos veces frena sus palabras hasta que reitera esa idea de la distancia. “Va a ratificar que es una carrera muy larga, que voy a sufrir y mucho”. Lo dice con empaque. Mete a sus palabras énfasis sin disfraz. Lo dice como lo piensa. Y esquiva todo aquello de que la mentalidad es clave para afrontar una carrera así. Por si hubiera dudas: “Se habla mucho del poder de la mente en las carreras, pero es muy importante todo. Hay que entrenar muy bien. Hay que estar físicamente y mentalmente bien. Puedes ir muy fuerte de cabeza, pero si te sale una ampolla da igual cómo tengas la mentalidad”. Y lo dice con conocimiento de causa. A él le ocurrió. Un esparadrapo que no está bien puesto, el continuo machaque de las zancadas, la ampolla que arruina una carrera y fuerza la retirada.
Luis Alberto Hernando espera tocar podio. Sabe que es difícil. El objetivo es claro porque llegará entrenado y descansado. Y con ganas. Conseguir el campeonato del mundo de trail una vez más al principio de la temporada le dejó plena seguridad para afrontar el resto de la campaña sin presión alguna. “He viajado menos y he hecho más carreras cerca de casa por lo que he podido entrenar más”, explica. Y claro, el aliciente Kilian. Siempre ha reconocido que es el corredor a seguir, el más grande. Calcula que el podio estará en torno a las 21 horas de carrera. ¿Estrategia? Tiene clara dos cosas. La primera es que el grupo favorito saldrá “como pollo sin cabeza hasta Courmayeur” y que luego ya se verá cuántos aguantan hasta el final. Con su participación en el UTMB y si va todo como tiene previsto, Luis Alberto Hernando abrochará el calendario competitivo de primer nivel de esta temporada.