HUESCA | La última jugada del Huesca – Éibar la vio Antonio Hidalgo sentado en el banquillo, esperando a ver qué sucedía y en su fuero interno optimista ya que es profundo conocedor del trabajo que realizan en la sombra técnicos como Adrián Sipán, entrenador de porteros. Y Dani Jiménez paró, frenó a los guipuzcoanos que esperaban sacar el empate a 2 y “ha sido un éxtasis”, declaró el técnico del Huesca en rueda de prensa tras el partido, más que justificado.
Antonio Hidalgo verbalizó así la importante victoria conseguida en una fría noche de diciembre en El Alcoraz, la que le permite al equipo llegar a los 26 puntos y el deseo de que “queremos más”. Además, un triunfo después de ir perdiendo refuerza más el discurso del cuerpo técnico. Y en esta cuestión, el preparador sigue machacando esa idea de que lo importante es ser competitivo.
Reconoció que su equipo empezó poco fino y, poco a poco, fue ajustando las situaciones. Especialmente cuando en la primera parte llamó a Sielva y desde allí hubo movimientos en las posiciones de varios jugadores -Javi Hernández y Soko- especialmente que acabaron con el dominio del once armero. A partir de allí, la victoria y lo importante que es “sumar de tres”, entrecomilló el técnico, en esta categoría.
Hidalgo agradece el esfuerzo de la afición
Además del reconocimiento a sus jugadores, también a los aficionados por asistir a un encuentro marcado por las bajas temperaturas –“es el día que más frío he pasado como entrenador junto al que vine a Huesca como jugador”, recordó Hidalgo- y, especialmente, a los que van al campo desde fuera de la capital altoaragonesa. “Estoy contento por el club, por la gente y por la ciudad; el fútbol profesional es muy bonito”, señaló el técnico de la SD Huesca.
En relación a la próxima jornada y cuestionado por si Soko y Valentín habían sido sustituidos por alguna lesión, Hidalgo subrayó que cree que no tienen nada importante.