HUESCA | La salvación del Huesca implica que Hidalgo tenga la posibilidad de seguir en su banquillo. Se le ha preguntado en la rueda de prensa posterior al partido que ha dejado al equipo altoaragonés en el fútbol profesional y el técnico fintó. Dijo que “habrá que valorar muchas cosas” y enseguida acotó que “ahora toca disfrutar de lo conseguido“. Y luego destacó el importante trabajo de la gente del club, de quienes le han dado la posibilidad de trabajar y de quienes han estado “a mi lado en los momentos malos”.
Queda un partido para cerrar la temporada y con la victoria en Cartagena, la alegría de su tropa se desbordó al finalizar el partido y en le vestuario. Todas las victorias se celebran, porque en el fútbol profesional, ganar es más complicado de lo que parece, deslizó Hidalgo. Pero cuando los tres puntos sellan la permanencia, la celebración es mayor. “No hay palabras para describirlo”, apostilló el técnico. Y es que, “la felicidad de todos los chavales es increíble”.
Hidalgo recalcó la importancia de jugar contra el Cartagena “sin volvernos locos”, porque cuando el equipo pierde ese punto de cordura sale su mejor versión. El primer gol dio cierta de tranquilidad y el segundo terminó por certificarla. Cuestionado por lo vivido en esta temporada desde que asumió los mandos del vestuario, Hidalgo sacó el guion de toda rueda de prensa que no es otro que de que los “jugadores tenían que creer , nuestro trabajo era sufrir y saber cómo teníamos que competir”.
El técnico reconoció que llegó al Huesca con una ilusión tremenda, agradeció la confianza depositada en el para regresar tres años después de su retirada al fútbol profesional y recalcó que ahora tocaba descansar, porque está claro que la presión que ha tenido ha sido máxima. “La salvación -remachó- era vital para el club y para la ciudad”.