Puerto de Hoz de Jaca. Se trata de una ascensión corta, dura y traicionera que se encuentra en el Valle de Tena, a orillas del embalse de Búbal. Es la parte más destacada de la revirada carretera que une El Pueyo de Jaca con Búbal. El paso por el bonito pueblo de Hoz de Jaca es el puntal de un trayecto que resulta igual de atractivo por cualquiera de los dos sentidos.
Para muchos no necesita mayor presentación. El nombre de Hoz de Jaca va ligado al de la Quebrantahuesos. No se entiende esta dura ascensión sin el paso por ella durante horas del multicolor pelotón de la marcha altoaragonesa. Tampoco se entiende la Quebrantahuesos sin esta última tortura que a tantos ha hecho sufrir. En homenaje a ella y a sus 30 años, el blog Puertos de Huesca dedicó recientemente esta altimetría, por sus dos caras, pero presentada en el sentido de la marcha cicloturista.
Primero nos acercamos a la cara norte. Se accede desde El Pueyo de Jaca, tal y como lo hace la QH. Y lo hace con una serie de repechos por carretera estrecha, de asfalto basto, muy cercana en todo momento a las aguas del embalse de Búbal y que nos dejan al pie de la ascensión. El inicio es brusco. Una herradura que se convierte casi en un susto. Pendiente dura y mantenida, sin rampas brutales pero sin descanso alguno. Abunda la vegetación en gran parte de la subida, lo que da una sombra que se agradece en días de calor.
La parte final se suaviza ligeramente, a la vez que desaparece el arbolado para dejar paso a la roca a la izquierda y el vacío hasta las aguas de Búbal a la derecha. Las vistas en esta parte final hacia la Sierra Partacua son un auténtico privilegio, unas estampas que a buen seguro se quedan en la retina de quien por ahí pasa.
La cara sur de Hoz de Jaca
Turno ahora para la cara sur. La que se desciende en la marcha altoaragonesa y que se suele subir menos porque quien va por la zona suele optar por pasar Hoz como en la Quebrantahuesos. Esta cara presenta un mejor estado del asfalto y es sensiblemente más ancha, por lo que ofrece más seguridad en el descenso. Comienza tras pasar sobre el muro del embalse (tramo espectacular) y lo hace de manera irregular.
Poco más adelante la carretera se empina ya con números por encima de los dobles dígitos. Así hasta arriba. Varias curvas de herradura adornan la subida, un ascenso que nos deja los mayores desniveles para el último tramo, llegando estos hasta el 15% cuando ya vamos a entrar en las calles de Hoz de Jaca, punto final de esta corta pero dura ascensión tensina. O punto y aparte si lo que hacemos es continuar pedaleando para enlazar con los vecinos Balneario de Panticosa o Portalet.