Tras la última derrota en Liga de la SD Huesca empieza a haber incertidumbre con la plantilla y el cuerpo técnico. Los oscenses encadenan su peor racha desde que Ziganda cogió las riendas del equipo y la situación puede ser preocupante. Los azulgranas han perdido tres de los últimos cuatro partidos y tan solo acumulan un punto en Liga de los últimos nueve posibles.
Ante la SD Eibar, el Huesca se encontraba con la posibilidad de recuperar buenas sensaciones pero el resultado no fue el esperado. El conjunto altoaragonés vio cómo se le escapó la victoria en los últimos minutos del encuentro y no pudo ni amarrar el empate. Lo único positivo que pueden los azulgranas sacar del encuentro es que volvieron a encontrar portería tres jornadas después.
Sin solidez defensiva
Si por algo había destacado la SD Huesca del ‘Cuco’ Ziganda es por la solidez defensiva que había mostrado en esta primera fase del campeonato. Sin embargo, en estos últimos partidos los oscenses están teniendo más problemas que nunca en su zaga. Las intervenciones de Andrés Fernández no están siendo suficientes para frenar las ofensivas rivales y los errores defensivos están condenando a la plantilla.
Estas últimas tres jornadas, las SD Huesca ha recibido cuatro goles, lo que corresponde a casi al 30% de los tantos que ha encajado durante toda la temporada liguera. Los oscenses han recibido la misma cantidad de goles en estas últimas tres jornadas que en las nueve anteriores.
La nueva realidad
Echando la mirada atrás, tras su victoria ante el Villarreal ‘B’ en la jornada 15, la SD Huesca se veía en una posición cómoda en la tabla, cerca de la zona de ascenso y con capacidad para competirle a cualquiera.
Tres jornadas después y con tan solo un punto sumado, los oscenses se alejan de los puestos ascenso y miran de reojo la zona baja de la clasificación. Son seis los puntos que separan al cuadro oscense tanto del ‘playoff’ como del descenso.
Antes de acabar el año al Huesca le restan tres finales y una de ellas será el derbi frente al Real Zaragoza. Estos tres partidos pueden determinar el devenir próximo de la temporada y para comprobar si Ziganda consigue revertir una situación que empieza a ser preocupante para los oscenses.