La SD Huesca parece haber dejado atrás definitivamente la defensa de cinco para formar como local con el 4-2-3-1 de la primera vuelta y a domicilio con un posible 4-3-3.
Anquela volvió a cambiar el sistema ante el Sevilla Atlético. El técnico de la SD Huesca formó con un 4-2-3-1 siete días después de haber estrenado el 4-3-3 en Córdoba y quince de la revolución en el once en un derbi en el que Íñigo López, Jair Amador y Carlos David empezaron juntos desde el inicio. Tres sistemas diferentes en los últimos tres encuentros que han supuesto una incógnita para el rival.
En Córdoba, el jienense volvió a una defensa de cuatro jugadores (se quedó fuera Jair Amador) escoltada por un trivote en el centro del campo compuesto por Melero, Aguilera y Lluís Sastre. De esta forma, el míster pretendía dar consistencia al equipo y potenciar la creación con dos hombres, Melero y Sastre, bien dotados técnicamente. En la segunda parte Anquela dio entrada a Vadillo por Sastre y cambió al 4-2-3-1, con Melero y Aguilera en la medular, Vadillo, Samu y Alexander formando línea de tres mediapuntas y Borja como referencia arriba. ¿El resultado? Inmejorable con dos goles del extremo andaluz.
Por último, en casa contra el filial sevillista, Anquela volvió a recurrir al once tipo de la primera vuelta con Vadillo y Alexander en las bandas, Samu con libertad total partiendo desde la mediapunta, dejando a Melero y a Aguilera el dominio de la medular. El resultado fue de nuevo el esperado con un equipo reconocible sobre el terreno de juego.
Está por ver cómo saldrá el Huesca en Elche, aunque por resultados y fluidez en la circulación de balón está claro que el 4-2-3-1 es el que mejor renta ha ofrecido durante toda la temporada. Sin embargo, el hecho de que en Córdoba Anquela sacara a tres centrocampistas abre la posibilidad de volver a ver el 4-3-3 en lo que podría ser la nueva dinámica del míster azulgrana, un sistema para casa y otro distinto para los choques a domicilio.