HUESCA | Hugo Vallejo es el único jugador del Huesca capaz de desequilibrar a su rival en este momento de la temporada. El extremo izquierdo recordó ante el Sporting a toda una leyenda azulgrana como David Ferreiro. Desde la banda, sus quiebros despertaron los aplausos de la grada y El Alcoraz se puso de pie cuando el andaluz tuvo el balón y encaró a su rival. Un oasis dentro del desierto que Ziganda debe aprovechar en el Carlos Tartiere de Oviedo.
La alineación traerá novedades, pero Vallejo parece un clavo ardiendo al que se agarra el aficionado del Huesca. Con Álvaro en la portería, Ziganda naturalizará su defensa con la entrada de Jeremy Blasco o de Rubén Pulido para que Loureiro vuelva al lateral derecho. Entre Blasco y Rubén parece que tiene más opciones el francés, ya que el madrileño vuelve de lesión. Sin embargo, durante la pretemporada se confiaba en que Rubén Pulido fuera el jugador diferencial de la zaga altoaragonesa.
En el centro del campo, Hashimoto pide a gritos su entrada en la alineación. El japonés es el único pivote de la plantilla y el Huesca necesita un jugador de jerarquía para su centro del campo. Su compañero será o Sielva o Mier, con más posibilidades para el asturiano. Sielva llega algo justo tras haberlo jugado todo y en los entrenamientos previos se tuvo que quedar en el gimnasio.
Arriba parece que Vallejo, Joaquín, Javi Martínez y Kanté se repartirán responsabilidades ofensivas. El técnico necesita que estos jugadores den un paso al frente y tomen responsabilidades, sobre todo Joaquín. El extremo malagueño no ha ofrecido el nivel esperado en este inicio de curso, ni en el extremo ni como delantero. El Huesca lo necesita y el futbolista espera encontrar su posición ideal para poder ayudar a Ziganda en un partido crucial.