Todos tenemos claro que no existen dos puertos iguales, algo poco menos que imposible, pero no resulta difícil establecer paralelismos entre unos y otros. Lo de siempre, puerto nuevo o desconocido y de gran envergadura al que hay buscarle un hermano de talla internacional. Inevitable. En el Valle de Bielsa hay un gigante de tierra y piedra llamado Ibón de Urdiceto. Una pista tan exigente como para compararla con el asfaltado Mortirolo, el mito de los Alpes italianos.
Como descubre el blog de altimetrías Puertos de Huesca,la ascensión al Ibón de Urdiceto es dura, muy dura. Lo es por su pendiente constante y también lo es en momentos puntuales por el estado un tanto irregular de la pista, con algo de piedra suelta hasta llegar a la central hidroeléctrica. Con esto último y la pendiente Urdiceto reclama esfuerzo máximo. Con un principio salvaje, en sus primeros kilómetros es habitual el moverse entre el 12% y el 16%. Da igual que sea en recta como en las diversas herraduras que adornan la ascensión, todo sube a base de bien. También encontraremos algún tramo de hormigón, hecho que hace imaginar como sería subir eso con ‘la flaca’.
A partir de la central hidroeléctrica la historia no es muy distinta aunque juega a favor una mejora del firme. También cambia el paisaje que se torna más alpino. Eso permite distinguir el trazado que lleva hasta el Collau de Urdiceto, a 2.300 metros. La pendiente no es que sea mucho más llevadera porque sigue siendo altamente exigente con largos tramos entre el 11% y el 15%. Desde el collado, con vistas al Posets (3.375 m), la pista continúa hacia la derecha para alcanzar el Ibón de Urdiceto a los pies de Punta Suelza (2.975 m). Llegar arriba sin poner pie a tierra es en sí un reto, un gran reto que os recomendamos.
Presente y futuro
Hablar del Ibón de Urdiceto es hablar de una potencial y futura referencia para el ciclismo. Para ello, obviamente, habría que acondicionar la actual pista. La pregunta es como hacerlo en un medio tan frágil como el pirenaico. Descartando casi el asfaltado por coste, mantenimiento e impacto, el hormigonar bien la pista hasta la central y acondicionar el resto al estilo ‘Finestre’ o ‘Plan de Corones’sería quizás lo más viable. Eso sí, el Angliru estaba así y lo asfaltaron. El resto ya lo conocemos todos. Como propuesta lanzo una cronoescalada desde las calles de Bielsa. Decir espectacular sería quedarse corto.
De momento ahí está para la bicicleta de montaña, pero aun así es una joya que encierra un reto en sí misma. Quien lo ha subido sabe de lo que hablo, quien no está tardando en acercarse hasta Parzán para sufrir por sus pendientes. Después que lo compare con quien quiera, por mi experiencia a mí me recordó al Mortirolo.