Solamente un año en el “infierno” ha tenido que estar el equipo manresano para retornar a la máxima categoría del baloncesto español, un curso que le ha servido para reencontrarse con su afición y volver a ilusionar a la misma, aunque no sin sufrimiento en unos playoffs convulsos.
Después de una gran remontada en cuartos de final ante Leyma Coruña (3-2) y una clara victoria sobre Chocolates Trapa Palencia en semifinales (3-0), se plantaba ICL Manresa en la final de los playoffs de LEB Oro, donde se enfrentaría a un Melilla que había doblegado a TAU Castelló en cuartos (3-1), haciendo lo mismo de forma sorprendente en semifinales ante CB Prat en un agónico quinto partido fuera de casa (2-3) donde eliminaban al que partía con el mejor puesto en los cruces finales.
Desde luego la final no ha desmerecido para nada lo que se pronosticaba como una fácil tarea para el conjunto catalán. Si bien los 2 primeros enfrentamientos cayeron del lado manresano, ambos lo hicieron con una gran dosis de sufrimiento, demostrando el equipo norteafricano que no estaba de paseo, con un primer choque que se decidió en la prórroga tras remontada de Manresa para llegar a ella (83-76), y un segundo decidido por solamente 2 puntos en un partido muy igualado en su totalidad (76-74).
Los siguientes en Melilla más de lo mismo, los locales hacían fuerte su feudo y lograban igualar la eliminatoria, no sin sufrimiento, siendo este excesivo sobretodo en el tercer choque, donde con 10 puntos abajo en el último periodo, se conseguía llegar a la prórroga, donde los locales en un tira y daca salían como vencedores forzando un nuevo encuentro (78-74). El cuarto enfrentamiento comenzó con los norteafricanos dominando con un fortísimo arranque, consiguiendo no perder su liderato en el marcador en ninguna fase del choque, y llegando al final de los 40 minutos con una ventaja suficiente para no sufrir, a pesar de apretarse el partido en algunos momentos, para forzar de esta forma el quinto y definitivo partido (86-74).
Cada equipo había hecho los deberes en su casa y para el quinto y último enfrentamiento, ICL Manresa quería repetir lo de los 2 primeros, y Melilla rememorar su victoria ante CB Prat en el quinto. Comenzaba el duelo con igualdad máxima en el primer cuarto, donde Melilla se iba 18-19 arriba, pero a partir de ahí empezaba el declibe melillense, algo que no había ocurrido en ninguno de los choques anteriores, y con un parcial de 28-14 en el segundo cuarto y de 30-17 en el tercero gracias en gran medida al acierto y la espectacular defensa catalana, el partido se quedaba sin historia para el último periodo, al que se entraba con un 76-50 para ICL Manresa, que con el Nou Congost en ebullición celebrando el ascenso, cerraba el choque con un abultado y excesivo 97-67 que no reflejaba lo que había sido la serie.
Con esto los ex peñistas Lluis Costa y Jokubas Gintvainis, acompañados de hombres como Jordi Trias, Nacho Martín, Gabriel Lundberg o Álvaro Muñoz conseguían que ICL Manresa volviera a ACB, ante la tristeza de un Melilla donde los Diego Kapelan, Fran Guerra, Dani Rodríguez, Edu Durán, Pablo Almazán o Mamadou Samb a un gran nivel, no consiguieron llevar el ascenso a tierras norteafricanas.
Se une así a Breogan Lugo el ICL Manresa como clubes que ascienden a ACB, lugares que ocuparán Bilbao Basket y Real Betis en LEB Oro, recordando que por abajo los que dejan la cateogoría son CB Clavijo y Sammic Hostelería en detrimento de los ascendidos desde LEB Plata, Coviran Granada y Real Canoe, dando el carpetazo definitivo y cierre a la temporada 2017/2018.