Después de las ventas de Biel y Soro, el Real Zaragoza quiere continuar obteniendo ingresos antes de que se cierre el mercado de fichajes con ventas como la de Igbekeme. La marcha del balear deja un importante hueco en el equipo. La pasada campaña contribuyó con goles y asistencias. A día de hoy no tiene un sustituto natural en el Zaragoza. Mientras, el traspaso de Soro, al menos por una temporada, no hace tanto daño en lo deportivo ya que el zaragozano continuará cedido una temporada más.
Por ambas ventas, el Real Zaragoza ha obtenido 7´5 millones de euros. Sin embargo, las numerosas deudas del equipo y su complicada situación económica, provocan que la directiva no se cierre a aceptar más ofertas. La salida que con más ahínco se busca es la de Jorge Pombo. Lalo Arantegui lo ha expuesto en numerosas ocasiones, pero las ofertas serías continúan sin llegar.
La otra salida, y más preocupante para Víctor Fernández, sería la de Igbekeme. Es un jugador importante para el cuerpo técnico, al igual que lo era Biel; pero el club está decidido a venderle si llega la oferta adecuada. La clausula de rescisión de Igbekeme en el Real Zaragoza es de 10 millones, pero el equipo que lo quiera no necesitará llegar a esa cifra.
Por mucho menos, el Real Zaragoza está dispuesto a venderle. Los demás clubes saben de la necesidad económica de los zaragocistas y de ahí que sus ofertas no vayan a alcanzar cantidades desorbitadas.
La venta de Igbekeme provoca tensiones en el Zaragoza
Aunque la venta de dos jugadores importantes como Biel e Igbekeme no era una vía que gustase en el club, el hecho de que no se estén recibiendo ofertas por Pombo, hace que el panorama cambie. El Alavés es el que más interesado se ha mostrado en Igbekeme. Lo que ocurra con su centrocampista Wakaso provocará que el club vitoriano se lance o no a James de forma definitiva.
Si llega producirse la marcha de Igbekeme, la situación con Víctor Fernández se tensaría aún más. El entrenador puso como varias condiciones para quedarse, entre ellas, tener un equipo de calidad, realizar inversiones en fichajes y conservar las piezas que él consideraba fundamentales para el proyecto. Aquellos a los que había puesto el cartel de “intransferibles”. Una de esas piezas era Biel y ya ha sido vendido, la otra es Igbekeme. Su salida provocaría toda una explosión entre cuerpo técnico y directiva.