Todas las alarmas sonaron en el Real Zaragoza cuando James Igbekeme tuvo que retirarse tocado durante el partido ante la AD Alcorcón. Boateng le propinó un fuerte golpe en el peroné. Una acción que bien hubiera sido merecedora de la expulsión, a pesar de que el colegiado del encuentro resolvió la contienda con una simple tarjeta amarilla. Tal fue la acción de Boateng que su entrenador decidió cambiarlo cuando todavía no había transcurrido ni media hora de juego.
En el caso de Igbekeme, el nigeriano tuvo que retirase con molestias a pesar de que intentó seguir sobre el terreno de juego. Su presencia en el Real Zaragoza es fundamental y así se hace notar cuando el centrocampista no se encuentra en su mejor estado de forma.
Los primeros presagios no eran positivos pero a pesar de ello, las pruebas médicas a las que ha sido sometido Igbekeme son bastante tranquilizadoras. El jugador del Real Zaragoza no sufre ninguna lesión ósea en el peroné. Todo un alivio. Lo contrario hubiera supuesto un tiempo de baja de al menos, un mes. Hubiera podido llegar incluso, a perderse todo lo que queda de temporada.
Incorporación progresiva
La dolencia de Igbekeme no es grave, pero sí necesitará unos días de cierto descanso e incorporarse progresivamente a los entrenamientos. Así, se podrá garantizar que no hay riesgo de lesión ni en el peroné ni en el tobillo izquierdo.
Ahora habrá que ver cómo evoluciona Igbekeme a lo largo de los próximos 12 días. Aunque el dolor en la zona persista, hay que recordar que el Real Zaragoza no volverá a jugar hasta el próximo 28 de abril ante el Córdoba. El próximo fin de semana guarda descanso al tocarle jugar contra el descalificado Reus. El Real Zaragoza ya espera a Igbekeme.