Íñigo Eguaras (Ansoáin, 1992) está viviendo una nueva vida en Almería tras casi cinco temporadas en Zaragoza. El mediocentro navarro salió del conjunto aragonés rumbo a la capital indálica en un movimiento que sigue extrañando a buena parte de la hinchada blanquilla. Hablamos con él para conocer su versión de lo sucedido en el mercado de invierno en la previa de su vuelta a La Romareda.
¿Qué tal está? ¿Cómo se ha adaptado a una nueva ciudad, a un lugar tan diferente a Zaragoza y Pamplona?
Estoy muy bien. Desde que llegué me han acogido genial tanto en el vestuario como en el club. Hay mucho cambio en lo que es la ciudad porque paso del norte al sur. Zaragoza era una ciudad enorme en la que tenías para hacer cualquier plan todos los días. Aquí, al ser un sitio más pequeño, no están acostumbrados a tener esa vida. Lo que sí que agradezco es el buen tiempo y la playa, que es una pasada.
¿Cómo ve a su equipo? Son claros favoritos para el ascenso.
Desde fuera, cuando no estaba aquí, lo veía un equipo muy fuerte. Eran claros favoritos para ascender. Cuando llegué aquí me di cuenta de que me tengo que reiterar en eso. Es un grupo con muchísimo potencial, con jugadores muy desequilibrantes, que marcan la diferencia. Es un equipo hecho para ascender directamente. Hay una pelea muy bonita de ver y esperemos que acabe de la mejor manera posible.
¿Por qué cree que el mismo jugador, en el mismo momento e idéntica categoría, sirve para el líder y no para un equipo que está peleando por no descender?
Yo no creo que no sirva para el Zaragoza. He estado cuatro años y medio y siempre he disfrutado de minutos, por lo que estoy agradecido. Este año ha tocado pasar a un segundo plano y no tenía minutos. No entraba en los planes del míster porque mi estilo de juego no era el que él quería. Se ha visto que acabó jugando Petrovic, un jugador más defensivo que yo, que da más equilibrio defensivamente. El míster se decantó por él y yo lo entiendo porque esto es fútbol. Me he tenido que buscar un nuevo rumbo.
¿Cuántas mentiras se han contado sobre su salida?
Yo eso no lo sé, pero sé cuál es mi verdad. Hay cosas que me dolieron bastante. Mi salida puedo entenderla, porque cuando no acompañan los resultados hay que cambiar. En este caso me ha tocado a mí, sobre todo porque mi nivel no estaba siendo el mejor y yo siempre he sido muy autocrítico conmigo. Ha habido cosas que me han molestado y me ha tocado a dar mi versión. Hay a algunos a los que le gustará y a otros que no.
Mi representante y yo queríamos acabar mi contrato en Zaragoza porque ante todo está la felicidad y yo era feliz. Me encantaría volver porque es un club que me lo ha dado absolutamente todo y le tengo muchísimo cariño. En Zaragoza he disfrutado jugando al fútbol como nunca.
La versión de Miguel Torrecilla la conocemos. Cuénteme cómo vivió el mes de diciembre y enero.
Cuando el Almería se pone en contacto conmigo la primera vez me dicen que me quieren y que van a hacer una oferta por mí. Mi representante y yo queríamos acabar mi contrato en Zaragoza porque ante todo está la felicidad y yo era feliz. Preguntamos cuál es la idea del club conmigo porque yo no estaba teniendo minutos y sabíamos que el club no tenía dinero. En principio no cuentan conmigo para salir del Zaragoza. Ya queda en segundo plano y sigo centrado ahí. Luego llega el partido de Miranda, donde de repente me dicen que no cuentan conmigo y que me tengo que buscar una salida, que no voy a tener minutos. Sale de nuevo la opción de Almería y ahí se empieza a organizar todo.
Miguel Torrecilla dijo en rueda de prensa que no existió esa primera oferta. Quizás no le llegó a él, si no a Luis Carlos Cuartero. ¿Miente el director deportivo?
Yo no tengo ni idea. No escuché su rueda de prensa ni sé de su existencia. No sé a quién le llegó la oferta. De lo que estoy seguro es de que esa oferta llegó porque me lo comunicaron desde Almería. Respeto lo que dijo Miguel y no quiero remover todo lo que pasó. Yo estoy tranquilo con lo que he vivido y sé cuál es la verdad de todo.
¿Qué diferencia a esta dirección deportiva con la anterior?
Con Lalo mantenía una buena relación. Apostó por mí y tengo mucho que agradecerle. Siempre me ha ido de cara cuando no estaba haciendo las cosas bien. Con Miguel (Torrecilla) no me dio tiempo a tener esa relación. Nunca he tenido una mala palabra contra él ni contra JIM, al igual que ellos no la han tenido conmigo. Nuestra relación era cordial. Sabíamos mantener las distancias. Con JIM hablé bastante, sobre todo al principio. Luego, cuando dejo de jugar, no seguí manteniendo esas conversaciones.
Que se dijesen mentiras sobre mí me afectó, me dolió. Cuando las cosas hay que decirlas, yo las decía. Hay gente a la que no le gusta escuchar cosas que no quiere oír, pero yo era el capitán y tenía que dar un paso al frente.
Se le ha tachado de jugador tóxico, de no hacer grupo. ¿Por qué cree que se dice esto? ¿Cree que ha estado a la altura de lo que supone la capitanía del Real Zaragoza?
No entiendo por qué se han dicho esas cosas. La gente que he tenido de compañeros en el vestuario han dicho en muchas entrevistas que no han encontrado vestuarios como el del Zaragoza en toda su carrera. Cuando tienes un grupo humano fácil de llevar se nota. Que se dijesen cosas así me afectó, me dolió, porque son mentiras. Cuando las cosas hay que decirlas, yo las decía. Muchas veces duelen, pero a mí me gusta ser una persona fiel y leal. Cuando las cosas no van bien, yo lo digo. Hay a gente que no le gusta escuchar cosas que no quiere oír, pero yo era el capitán y tenía que dar un paso al frente.
¿Cómo espera que sea su vuelta a la que ha sido su casa casi cinco años?
La gente tiene el poder de decidir y es libre de mostrarse como quiere. A todo el mundo le gusta que le reciban bien cuando vuelve a casa. He estado cuatro años y medio y he dado lo mejor de mí. Nadie tiene una queja de mi comportamiento ni de mi persona. Puedo entender que me silben, pero espero que me reciban con aplausos.
Nos retrotraemos a sus inicios. ¿Cuál ha sido el momento que más le ha dolido como zaragocista y cuál el que más ha disfrutado?
Desde que llegué disfruté mucho. En la primera temporada, a raíz de Navidad, en la segunda vuelta que ganamos 14 partidos de 21, disfruté como no he disfrutado nunca jugando a fútbol. Esos momentos son inolvidables. Otro momento mágico fue el partido de Copa contra el Madrid. Por el recibimiento, el partido, la afición… fue único. Los peores momentos han sido los dos playoffs. Han sido momentos duros porque nos veíamos muy cerca de llegara a Primera y no merecíamos ese desenlace.
El primer año, con Natxo, disfrute como nunca. Lo pasé en grande jugando al fútbol. Con ese rombo en el centro del campo éramos protagonistas con balón y ahí me encanta moverme. Con Víctor, en el segundo año, disfruté recordando el primer año.
¿Quién ha sido el entrenador que mejor le ha sabido hacer jugar?
El primer año, con Natxo, disfruté como nunca. Lo pasé en grande jugando al fútbol. Con ese rombo en el centro del campo éramos protagonistas con balón y ahí me encanta moverme. Con Imanol me dio pena no haber estado recuperado de la pubalgia, porque sus ideas se asemejaban a mi estilo de juego. Me hubiese encantado ayudar. Con Víctor, en el segundo año, disfruté recordando el primer año.
¿Cómo ha afectado a la plantilla el proceso de venta del club? ¿Hace más difícil el trabajo de jugadores y cuerpo técnico?
Cuando estaba ahí estábamos ajenos a todo el ruido. Entrenábamos para nosotros e íbamos a por los tres puntos. Es inevitable no escuchar lo de fuera, te acabas enterando. El vestuario estaba centrado en lo que tenía que hacer. Lo teníamos en segundo plano.
¿Volvería al Real Zaragoza en un futuro no muy lejano?
Sí. Rotundamente. Me encantaría volver porque es un club que me lo ha dado absolutamente todo y me ha dado muchísimo cariño. En esto del fútbol nunca se sabe. Con 32 años termino mi contrato en Almería y nunca se sabe lo que deparará el futuro.