Este Huesca pudo no haber ganado. Pudo no haber acertado de cara al gol y haberse ido de vacío. Pero el aficionado se habría ido con otra sensación; con la de que el equipo fue competitivo, además de haber jugado de tú a tú ante el tercer clasificado. Este Huesca mordió, este Huesca estuvo bien organizado tácticamente y defensivamente tejió una red desde el punta por la que apenas el portero, ayer Leo Franco, tuvo que actuar.
Este Huesca pudo no haber ganado, pero ganó. Con una actitud precisa para este tipo de partidos, lo que el propio entrenador denominó hace semanas “saber jugar un partido de Segunda”, el Huesca regresó al triunfo. Por ello creo que no es casualidad que el rendimiento final vaya acorde a la intensidad. Jugadores que apenas contaban para Anquela demostraron que cuando la motivación está por las nubes pueden con todo. Por ello todavía puede enfadar más el haber jugado a medio gas algún choque o escuchar declaraciones de jugadores evidenciando lejanía en la unidad del grupo.
Eso ya es pasado, al menos este domingo se apreció una notable solidaridad sobre el campo. Ahora el camino ya se conoce. A por el Córdoba.
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