El Real Zaragoza acaba de anunciar la extensión del contrato de Iván Azón. El joven delantero amplía su vínculo hasta 2025 y llevará el dorsal 9, el mismo que Miguel Torrecilla le prometió hace tiempo. Azón, bueno y ejemplar en casi todo, ha perdonado la traición de ayer del director deportivo. Raúl Sanllehí, con las riendas del club desde abril, le ha mostrado en el curso siguiente que su renovación era una de las prioridades del Zaragoza. Y Azón ha elegido al club de su vida, como si solo imaginara esa opción para su carrera.
La irrupción de Iván Azón en La Romareda fue especial. Si en la Youth League probó las redes más singulares del fútbol español, su aparición en el deporte profesional también se escribió con goles. Lo hizo además en el contexto más difícil, ante la amenaza del descenso. Jugó, marcó y sonrió, con su aspecto de niño grande. La afición entendió pronto que estaba ante un jugador especial. Con físico para casi cualquier deporte, en su infancia combinó el fútbol con el atletismo y la gimnasia. El gol siempre fue su debilidad y su última elección. Azón progresó en La Ciudad Deportiva, hasta debutar antes de cumplir los 18 en el primer equipo. El balance desde su llegada no admite discusión: a su edad nadie había marcado tantos goles con el Real Zaragoza.
Pronto fue el favorito de la grada, quizá porque en su fútbol hay una ilusión juvenil, fe en todas sus disputas y la esperanza del mañana. Azón congrega en carrera todas las fuerzas de la naturaleza, como si pudiera hacer temblar el césped. Ante el gol, ha perdido ese aspecto inocente, de niño bueno, para ser cada vez más certero. Si JIM le situó casi siempre en el banquillo, Azón ocupó un lugar en las ilusiones de la gente, con 7 goles que actuaron como el mejor de los discursos.
Durante la temporada, David Villa entendió su talento y a su agencia de representación llegaron algunas ofertas interesantes. Especialmente prometedoras fueron las que partieron del fútbol inglés, pero Azón tuvo clara su elección desde el principio. Invitado por su representante a esperar, negociar o escuchar ofertas, el delantero quiso resolver su continuidad en Zaragoza lo antes posible.
Hoy anuncia, feliz, que seguirá marcando goles en La Romareda.