Iván Azón se fue a la guerra y salió victorioso. El joven delantero zaragozano disputó su partido más completo desde que debutase con el primer equipo del Real Zaragoza de la mano de Rubén Baraja. La rasmia y el coraje de Iván Azón levantó el ánimo de un equipo que parecía sentenciado antes de comenzar el encuentro. Toda una demostración de zaragocismo: nobleza y valor.
El escudo del equipo
En cada balón dividido que pasara a una distancia no muy lejana de Azón allí aparecía el delantero a lucharlo como si fuera el último. A pesar de su juventud, Iván no se achantó ante nadie y nunca rehusó a ir al choque contra el rival. Disputó nada más y nada menos que 20 balones aéreos, ganando hasta 11 de ellos en favor del Real Zaragoza.
Sin embargo, para cualquiera que viese el partido contra el Fuenlabrada, lo sorprendente fue que tan solo provocase dos faltas a su favor. El árbitro del encuentro, Trujillo Suárez, no vio pertinente señalar ninguna de innumerables jugadas en las que el tenaz delantero acabó mordiendo el césped de La Romareda.
Con la miel en los labios
Tras toda la brega y batalla que ofreció sin balón Iván Azón la noche de ayer, estuvo de sellar el partido perfecto. Hasta en dos ocasiones tuvo la oportunidad de anotar el que hubiera sido su primer gol como futbolista profesional. Contra el Fuenlabrada dio un paso importante en cuanto a influencia en el área contraria; una faceta en la que pecaba de inexperiencia.
Pol Freixanet fue el único obstáculo en el camino de Iván Azón hacia el gol. El meta del cuadro madrileño desbarató un mano a mano del delantero de la cantera y, posteriormente, un disparo a bocajarro con una mano espectacular.
Cada día que pasa, Azón se encuentra más cerca de enmarcar sus grandes actuaciones con la esencia del fútbol: el gol. En esta faceta no hay que exigirle más de lo que está dando, ya que su juventud le permitirá absorber y retener los aprendizajes que está adquiriendo en todos estos partidos. El gol llegará más pronto que tarde.
Iván Azón, el “9” del Real Zaragoza
Iván Azón ya se ha erigido como el delantero referencia de este Zaragoza. Parece definitivo que el actual cuerpo técnico no confía en el rendimiento de los dos fichajes estrella de este verano. Vuckic y el Toro Fernández cada partido que pasa pierden más protagonismo que el anterior. Además de Azón, también está surgiendo la figura de otro jugador de ataque como Raí, en el ostracismo hasta no hace mucho.
Iván Azón le ha dado al equipo esa pizca de agresividad, intensidad y valentía que le faltaba al Real Zaragoza en el último cuarto de campo. Asimismo, el posicionamiento y la lucha de Azón permite que el jugador más determinante del equipo, Narváez, juegue con más espacios y libertad. Una dupla que parece entenderse mejor cada partido que pasa.
Iván Azón ha llegado para quedarse. En su favor juegan la juventud, la fuerza, la valentía y el coraje del que sabe lo que está defendiendo. Y para un canterano, defender el escudo del Real Zaragoza implica dejarse todo lo que tienes en el campo, e Iván no iba a ser menos.