Si hubiera que destacar un solo aspecto de estos catorce partidos con JIM al volante del Real Zaragoza sería la consistencia atrás mostrada por el equipo. Desde que llegase el técnico alicantino, las estadísticas defensivas del Zaragoza han mejorado considerablemente con respecto a las de los entrenadores anteriores. Tres goles encajados en siete partidos avalan la insistencia de JIM en asegurar primero la portería propia. Y una de las principales razones de este salto de nivel defensivo se llama Jair Amador Silos.
El defensor luso-caboverdiano lleva jugados todos los minutos posibles con Juan Ignacio Martínez en el banquillo y contra el CE Sabadell anotó de cabeza su primer tanto con la elástica zaragocista. El gol fue el broche de oro a una serie de partidos a un altísimo nivel por parte de Jair, que junto a Alejandro Francés conforman una de las parejas de centrales revelación de la categoría. En la Nova Creu Alta cuajó otro serio partido que ayudó al Real Zaragoza a conseguir, al menos, un punto.
El cuadro catalán no inquietó en exceso la portería de Ratón. Los centros rasos fue el arma más utilizada por un Sabadell falto de maldad y creatividad. Las pocas internadas locales fueron repelidas por el bloque defensivo aragonés que, liderado por Jair, realizó otro ejercicio de entrega y sacrificio en área propia digno de alabar.
Las frías estadísticas hablan de un partido “tranquilo” para Amador: 1/1 duelos ganados en el suelo, 2/3 disputas aéreas ganadas y un total de cuatro despejes. Unos números que a pesar de no ser muy abundantes sí son exitosos. La inteligencia posicional de el de Sao Jorge de Arroios le permite anticiparse a las jugadas y, al mismo tiempo, llevar la voz cantante en la línea defensiva.
El balón parado, el Real Zaragoza y Jair
Jair se ha destapado también como un gran cabeceador en área rival. Sus centímetros (190) elevan al Real Zaragoza en las jugadas a balón parado y generan mucho más peligro del que se producía meses atrás. Contra el Málaga, con Vigaray de protagonista, ya se vio esta herramienta que parecía oxidada para el Zaragoza. Sin duda, la pizarra de JIM está dando sus frutos y el balón parado ha vuelto a cobrar importancia en la estrategia maña, cosa que hacía mucho tiempo que no se veía en clave zaragocista.
El del viernes fue la consumación de varios partidos y varios meses intentando y estando cerca de anotar un tanto de jugada ensayada. Jair, tras la malísima salida de Mackay –a la postre héroe del partido– aprovechó el caramelo de Bermejo y dio la ventaja al Real Zaragoza de cara a la segunda parte.
Jair y Francés
No obstante, el rendimiento de Jair no se entendería de no tener al lado la figura de Alejandro Francés. Ambos centrales, con trece años de diferencia, han demostrado que se complementan a las mil maravillas y que cada partido que pasa el rendimiento de uno potencia al del otro.
El debut de ambos ocupando la zaga maño no fue del todo alentador. Una derrota por la mínima en Almería y con fallo de Jair incluido. Desde entonces, los centrales del Zaragoza han sido los jugadores con el rendimiento más constante de la plantilla y han contribuido notablemente en la mejoría tanto defensiva, como ofensiva de un equipo que hacía aguas en ambas áreas.