1,91 metros de altura suponen un seguro efectivo en defensa. El del Real Zaragoza se llama Jair Amador. Con su estatura, su fuerza y su control aéreo, es una pieza necesaria para el funcionamiento del equipo. Esta pretemporada está demostrando su buen estado de forma, e incluso, se ha estrenado como goleador.
El portugués ha recibido ofertas durante el mercado, pero, por fortuna, la dirección deportiva tiene claro que es un pilar fundamental y desde el principio lo etiquetó como intransferible. Así pues, Jair Amador seguirá vistiendo la camiseta blanquilla y siendo el rascacielos que necesitan los aragoneses, por lo menos, hasta 2023, fecha en la que acaba su contrato.
Pocas certezas hay en el Real Zaragoza a día de hoy. No obstante, alrededor de Jair Amador no hay dudas: el centro de la defensa lleva su nombre. Desde que llegó en 2020, día a día ha ido creciendo en nivel y en importancia. La pasada campaña fue titular en 39 encuentros, disputando 3.504 minutos. Ningún futbolista de la plantilla le supera. Por ello, su relevancia es más que obvia, y esta temporada la tendencia parece mantenerse. En los siete partidos de pretemporada ha acumulado minutos de calidad y además consiguió anotar en la victoria frente Al-Shabab.
Sus virtudes
Las cualidades que atesora Jair son múltiples y por eso es un jugador tan valioso. A sus 32, casi 33 años, es un central con mucha madurez y experiencia, que aporta tanto en defensa como en ataque. Con él, la seguridad está garantizada, sobre todo en el juego aéreo, su punto fuerte. En defensa domina las áreas y es difícil sobrepasarle. Es el jugador de Segunda que más despeja por partido y uno de los que más duelos aéreos se lleva. En la faceta ofensiva siempre suma alguna ocasión de cabeza o a balón parado, habiendo anotado oficialmente con el Real Zaragoza dos goles, uno por temporada.
El 13 de agosto comenzará su tercer curso en el conjunto del Ebro, buscando superarse a sí mismo y ayudar al máximo al equipo. Para poder luchar por estar en la zona alta de la clasificación es necesario tener una delantera enchufada, pero por supuesto, una defensa sólida y sin fisuras. Eso pasa porque el central esté en su mejor momento y mantenga la regularidad.
Dupla perfecta: Jair – Francés
Una regularidad que comparte con Alejandro Francés, con quien conforma una dupla perfecta, de las mejores parejas de centrales de la categoría. El más claro ejemplo de complicidad entre juventud y veteranía, y de cómo hacer mejor a tu compañero. Juntos crecen y marcan la diferencia.
En silencio, pero sin parar de currar, Jair, poco a poco, ha logrado la estabilidad y se ha convertido en un jugador deseado e indiscutible. Es fijo en el XI, independientemente del míster, y uno de los hombres de confianza para la afición.