Llegó a Huesca a mediados del mes de diciembre para reforzar la dirección de juego peñista y buscar minutos de calidad en la Leb Oro con los que poder consolidar su proyección. Sportaragon conversa con Javi García que nos detalla como ésta viviendo esta experiencia en Huesca, su futuro, y sus deseos con respecto a Casademont Zaragoza
Recalaste en diciembre en Huesca buscando minutos de juego que en esos momentos Casademont te negaba. ¿Satisfecho a a nivel personal con estos meses de estancia en Levitec Huesca La Magia?
Si, la verdad que ha sido un poco lo que andaba buscando, tener más minutos de juego para seguir creciendo como jugador. Es verdad que ha sido difícil por la situación del equipo y del club pero se me ha acogido desde el primer día como uno más del equipo.
En el tramo final de la temporada una lesión en la muñeca agravada con un esguince de tobillo te aleja de las canchas durante seis semanas. ¿Cómo viviste ese periodo pensando que no podías ayudar al equipo?
En ese periodo seguí mi tratamiento en Zaragoza y en principio no parecía mucho pero sí que a la hora de tirar me molestaba bastante. Últimamente llevo un vendaje que me ayuda bastante y a jugar sin ninguna molestia apenas. Ahora sigo haciendo tratamiento para conseguir tener ya toda la movilidad . Fueron unas semanas duras en las que solo pensaba en recuperarme para volver a las pistas.
Si no puedes regresar a la disciplina de Casademont Zaragoza el año que viene. ¿Dónde te gustaría jugar? ¿LEB Oro, Plata?
Ahora mismo pienso en los dos partidos que nos quedan con Huesca y que Casademont consiga la salvación matemática para seguir en ACB. Cuando acabe la temporada ya se verá.
Ayoze y tú habéis llevado la dirección del equipo desde tu llegada y en los últimos partidos habéis incluso compartido minutos ambos en cancha. ¿Sois compatibles?
Yo creo que totalmente. Ayoze es una persona y un jugador increíble que siempre tendría en mi equipo. He aprendido cosas de él y creo que somos compatibles ya que tenemos estilos de juego diferentes.
Igualmente hemos notado que estás tirando a media y larga distancia con mayor seguridad. ¿Es el tiro el aspecto que día a día más trabajas?
Sí, ciertamente el tiro ha sido una de las cosas que más he trabajado desde muy pequeño y es un arma que tengo en la pista. Para mi estilo de juego es importante y por ello sigo mejorándolo día a día.
Ander, Aitor, Jaime, todos canteranos de Zaragoza, han compartido equipo este año contigo. ¿ A pesar de la juventud de todos ellos que futuro les auguras?
Han sido todos compañeros míos en categorías base de formación, siempre es una alegría poder juntarte con amigos en el equipo ya que de esta forma la química es mucho mayor. Los tres tienen una gran proyección y estoy convencido de que les va a ir muy bien en el futuro. Son unos excelentes compañeros y jugadores.
Tanto en Casademont como en Levitec Huesca portas el dorsal 44. ¿ Algún motivo especial por ese número?
Pues no sabría decirte, siempre me ha gustado el número 4 y en mi primer año en Casademont me parece que estaba cogido y desde ese momento decidí ponerme el doble 4
Tras la finalización del partido en Huesca contra HLA Alicante pudimos ver una imagen en el centro del campo dialogando con el veterano base Pedro Llompart. ¿Cuántos consejos te transmitió en esa breve charla?
Pedro me parece un jugador con una carrera increíble y que una persona como él se me acerque para darme consejos es más que un aprendizaje. Tengo que ser constante y seguir trabajando detalles que me harán ser un mejor base para el equipo y un mejor jugador.
Imagino que sigues la temporada de Casademont. ¿Eres optimista con respecto a la salvación?
Yo creo que se va a conseguir, hay ilusión y ganas por parte de la plantilla, y talento de sobra para sacar esta situación en la que estamos.
Sabemos que estudias psicología a distancia. ¿Te ayuda esa formación a transmitirla al terreno de juego?
La verdad que empecé psicología a distancia pero este año me he cambiado de carrera y he empezado Magisterio a distancia, estoy contento con la elección y sigo estudiando para seguir formándome como persona.