Un abrazo enorme a los pies del indefinible estadio Big Air Shougang coronado por unas amenazantes torres de refrigeración de una extinta central térmica. En ese furtivo gesto en tiempos de la Covid se fundían el brillante nuevo diploma olímpico español de invierno, Javi Lliso, y su entrenador y amigo Josep Gil. Era la rúbrica a una semana extraordinaria protagonizada por los riders de freeski españoles, Lliso y su compañero Thibault Magnin, en la que han demostrado ser unos enormes deportistas con un encomiable sentimiento de equipo.
El esquiador madrileño formado en la estación de esquí de Cerler donde aprendió a esquiar y a ‘volar’ logra un hito para el deporte blanco español en una de las especialidades más espectaculares con unas tablas sobre los pies.
El big air se estrenaba como especialidad olímpica en Beijing 2022 y ha roto moldes, los de los deportes de invierno españoles también. Un nuevo diploma para la nieve española que llega de la mano del ‘freeski’ que es un deporte de alta competición que sabe como pocos mezclar trucos imposibles con un ‘lifestyle’ que sale de los estrictos límites del deporte clásico. Se trata del 10º diploma en la historia de los deportes de invierno españoles, los dos anteriores están en manos de Queralt Castellet (PyeongChang 2018) y Lucas Eguibar (Sochi 2014). Ambos compiten el jueves 10 en snowboard halpipe y SBX, respectivamente.
Una final con un plan
En este gran ambiente, Lliso ha sido capaz de sacar lo mejor de sí y marcarse una final en la que se ha codeado en cada uno de sus tres saltos con los mejores del mundo. Sin duda él es ya uno de ellos. Según sus propias palabras “los trucos que he hecho sabía dónde me iban a dejar, pero tenía un plan principal que era hacer el switch 18, en vez de con el safety con el tail que me hubiera dado un plus de puntos importante. En la segunda ronda he ido a asegurar el doble 16 y en la tercera ir a por lo gordo. He intentado usar más la cabeza que el corazón para tener tener el resultado que al final… ¡Y sí… ha salido!”.
Lliso ha dejado la puntuación de sus dos mejores saltos de tres posibles en 171.50, que le ha valido la sexta posición, mientras que el ganador del evento ha sido el noruego Birk Ruud con 187.75, la plata ha sido para el norteamericano Colby Stevenson con 183 y el bronce para el ya veterano sueco Henrik Harlaut con 181.
El propio Lliso se mostraba impresionado por el altísimo nivel del concurso en el que ha asegurado “ha sido la final de big air más bestia de la historia ¡Seguro! Se han visto 19s, 18s, trucos que no había visto nadie antes ¡brutal!”. En este ambiente tan exigente, el del Club Colmenar forjado en el Alto Aragón comentaba que “he aguantado la presión respirando hondo y pensando que era una entrenamiento más de los que hemos hecho estos días en Shougang”.
Como “un sueño para todo el equipo” es como ha definido el esquiador de Atomic el logro conseguido la mañana del 9 de febrero en China añadiendo que “llevamos muchos años ya trabajando a fondo y hemos conseguido estar entre leyendas peleando con ellos al mismo nivel. No podríamos estar más contentos, es un trabajo de todos”.
Feclicitaciones del presidente de la Rfedi
El presidente RFEDI, May Peus España, ha dado la enhorabuena a Lliso y todo el equipo de freeski a los pies del magnífico salto en la capital China tras asegurar que “en esta especialidad que se estrena en los JJOO Lliso ha tenido una progresión increíble, aún recuerdo sus inicios en el alto nivel en el slopestyle de los Mundiales de Sierra Nevada en 2017 y desde entonces todo el equipo de freeski ha trabajado a fondo hasta llegar a este diploma obtenido en Pekín. Enhorabuena también a su técnico Josep Gil y al resto del equipo”.
El equipo de freeski no ha terminado aún sus competiciones en estos JJOO. El miércoles 9 de febrero se desplazarán de la capital hacia el centro de montaña de Zhangjiakou Genting Snowpark para disputar el slopestyle. La clasificatoria está prevista para el domingo 14 de febrero y la final será el lunes 15 y podrán seguirse en directo por Eurosport.