Casademont Zaragoza ha presentado esta mañana a dos de las nuevas incorporaciones para la próxima temporada: Jessup y Ponitka. Los jugadores han podido compartir algunas de sus expectativas y de sus emociones tras aterrizar en el conjunto maño.
Justinian Jessup ha deslizado sus primeras experiencias como jugador de Casademont Zaragoza. El americano ha comentado que ya ha entrenado cuatro veces con el equipo, que empieza a conocer al resto de jugadores de la plantilla y que “ha ido muy bien”.
“Una de las razones por las que vine es poder jugar en más posiciones. Martin nos ha pedido buscar las esquinas, que tengamos un juego dinámico. También ha insistido en la defensa, que es algo a mejorar en la ACB y que eso le va a hacer mejor jugador”, ha comentado Jessup sobre su encaje en el equipo.
El jugador ha destacado que está preparado para jugar un baloncesto diferente. Tras pisar la NCAA y la liga australiana, Jessup se enfrenta a una liga más física y táctica, un reto que tiene que afrontar mejorando en algunas facetas de su juego. Sin embargo, está confiado en que va a crecer como jugador de la ACB.
También ha expresado su gusto por la ciudad. Pese a que todavía no ha terminado de explorarla, ha quedado “encantado” con el centro y espera mudarse ahí este fin de semana.
Marcel Ponitka también ha hablado de sus primeras impresiones en el equipo. Ha explicado que son un equipo joven, agresivo, y muy parecido en cuanto a características. Aunque “no haya grandes nombres”, afirma que lo importante es jugar todos juntos y que incluso a veces es lo mejor. El jugador polaco ha destacado la defensa como su gran virtud: “Es lo que me va a pedir Martin. Lo doy todo en la pista, soy un jugador agresivo”.
El base ha aprovechado para hablar sobre la afición, una afición que sabe que es muy exigente pero que a la vez, explica, que son unos grandes seguidores y que cuenta con su apoyo para esta temporada. “Lo más importante es enseñarles el carácter, la energía y la agresividad durante los partidos”, ha explicado la nueva incorporación del Casademont Zaragoza.
Ponitka tampoco iba a dejar de lado la ciudad, además, ha sido claro y conciso: “Es genial. Estoy enamorado de esta ciudad”. Una de las cosas que más le ha maravillado: el clima. Después vivir a cuatro grados bajo cero en Rusia, le gusta una ciudad con temperaturas “normales”.