Huesca La Magia vuelve al autobús ya que este martes -20.45- juega contra el Oviedo en un partido que será arbitrado por la pareja Torres-Olivares.
Casi sin tiempo de masticar la derrota ante el Araberri, el Magia Huesca se mete en el autobús porque este martes toca jugar contra el Oviedo. En una liga tan igualada como es la LEB Oro ni que decir tiene que cualquier rival es fuerte, hace daño y se esfuma aquello de partido fácil. La arquitectura que dibuja Sergio Jiménez para esta cita es igual a la de anteriores compromisos: ganar desde la defensa. El preparador del equipo altoaragonés desliza, además, la necesidad de que su equipo combine la intensidad de poner un alto ritmo de juego, fuerte y sin concesiones a la par de que evite faltas en los inicios del partido. Y es que, tal como se comprobó contra el quinteto vitoriano, eso le penalizó en el último cuarto. Faltas, aclaró, obtenidas por distintos factores: desde la precipitación hasta por decisiones cuestionables.
Con el partido contra el Araberri “reseteado”, en palabras de Jiménez, toca concentrarse casi sin tiempo en un Oviedo que en su casa tiene la etiqueta de equipo poderoso. Al calor de su afición “aprieta mucho”, señala. Su receta es que el Magia Huesca se presente como un equipo sólido ante un rival que penaliza los errores. El técnico del Peñas se espera a un quinteto asturiano con un baloncesto muy fuerte desde el primer segundo.
El libreto de Jiménez para contraponer la propuesta de juego de Carles Marco se ancla en parar a los bases de Oviedo. La consigna es cortocircuitar su juego. Impedir que llegue a Barro, Salvó, el brasileño cedido por el Real Madrid Dos Anjos, Sonseca o Carlos Martínez será muy importante para cimentar una nueva victoria del Magia Huesca fuera de casa. Quien no estará en el conjunto asturiano es Víctor Pérez.