Joaquín Muñoz es el único jugador del Huesca que rompe la monotonía que ofrece el equipo de Ziganda. El extremo está totalmente recuperado de la lesión que le dejó fuera de combate durante casi toda la primera vuelta y ha encontrado el punto físico óptimo para mostrar su descaro. El futbolista de 23 años es el jugador que más regates consigue (2 de 7 ante el Oviedo) entre los azulgranas y el aficionado agradece los brotes verdes que ofrece el malagueño.
El entrenador lo ha ubicado en la banda izquierda, ante la ausencia de Marc Mateu. En el mapa de calor su posición siempre tiende a irse al centro, su aportación ofensiva está siendo positiva. Su mejor jugada en el último partido acabó con un remate al palo. Joaquín condujo una contra en el centro del campo, combinó con Gerard Valentín y el centro del catalán encontró el desmarque del andaluz, que se topó con el palo.
Joaquín recuerda al futbolista que llegó a ser determinante con Xisco la pasada temporada. Sus buen momento quedó cortado por una lesión y ahora quiere recuperar las sensaciones que lo hicieron ser desequilibrante. El objetivo del jugador para este curso es conseguir la regularidad que le ha faltado a lo largo de su carrera. En el Huesca solo ha jugado 49 partidos en cuatro temporadas, ya que tuvo que salir cedido al Mirandés y al Málaga para completar su formación.
Nuevo objetivo
Joaquín Muñoz quiere ser útil durante 90 minutos y dejar de ser un habitual en las rotaciones del minuto 60. El jugador de 23 años quiere mejorar su fondo físico para poder jugar los 90 minutos. Desde que es profesional, solo ha disputado nueve partidos completos, cinco con el Málaga y cuatro con el Huesca. Unos números que quiere mejorar para seguir creciendo en el conjunto azulgrana.