HUESCA| Joaquín Muñoz está de vuelta y Ziganda planea darle la alternativa ante la falta de recursos que tiene su Huesca en ataque. Los oscenses han echado mucho de menos al habilidoso jugador andaluz, que se ha perdido siete encuentros entre los problemas sufridos por un golpe y unas molestias en su rodilla. Ante la Ponferradina el entrenador podrá apostar por su dupla más determinante: Joaquín y Obeng.
El malagueño no ha podido aprovechar la temporada en la que quería encontrar la regularidad por culpa de las lesiones. En el inicio de curso sufrió una fractura en su pie y hasta la segunda vuelta no estuvo perfectamente recuperado. El entrenador decidió sacarlo de la banda para aprovechar sus movimientos en ataque y él y Obeng hicieron crecer a los oscenses, pero los problemas físicos de los dos atacantes cortaron la progresión del equipo.
Ziganda tuvo que recurrir al malagueño de 24 años, ya que no encontraba goles entre sus candidatos al ataque. Villar, Kevin Carlos, Escriche, Kanté o Carrillo no convencían al preparador navarro, que encontró en el intercambio de posiciones entre Juan Carlos y Joaquín al delantero que no tenía. En los tres últimos partidos, Joaquín intentará despertar del letargo a sus compañeros, que necesitan un punto para certificar la permanencia en Segunda ante Ponferradina, Lugo o Eibar.
Joaquín es una apuesta del Huesca
El Huesca pagó por Joaquín 1´5 M€ al Atlético de Madrid y es el activo más importante que tienen en su plantilla. Tras salir cedido al Mirandés y al Málaga el futbolista no se ha podido consagrar en el primer equipo y el próximo curso debe de ser clave. El futbolista tiene contrato hasta el 2025 y en la entidad tienen depositadas muchas esperanzas en el jugador de 24 años, ya sea en las bandas o como delantero centro.