HUESCA | “Al principio de temporada nadie se imaginaba una situación así”, reconocía Joaquín Muñoz en la antesala del duelo de este lunes ante el Málaga. El extremo andaluz, uno de los grandes referentes ofensivos de la SD Huesca esta temporada, se refirió con naturalidad a la evolución inesperada del equipo, que ha pasado de luchar por la permanencia el pasado curso a soñar ahora con alcanzar los puestos de promoción de ascenso a Primera División.
A pesar de encadenar cuatro derrotas en los últimos cinco partidos, el vestuario azulgrana mantiene intacta la fe. “Seguimos ahí. Está claro el esfuerzo y el trabajo del grupo. Hemos hecho las cosas bien durante el año y ahora tenemos que dar el último arreón para intentar llegar al objetivo del play-off”, insistía el futbolista malagueño.
El próximo rival no es uno cualquiera para Muñoz. El lunes (20:30 h, LaLiga TV Hypermotion), la SD Huesca recibe al Málaga CF, equipo donde Joaquín vivió una etapa intensa y cargada de simbolismo. A pesar de que asegura que lo afronta como “un partido más”, el componente emocional está presente: “Es cierto que vienen amigos y conocidos de allí, pero queremos que los tres puntos se queden en casa”.
“No celebraría si marco un gol al Málaga”, confesó sin dudar cuando fue preguntado al respecto. “Le tengo un cariño especial. Jugué en el club de mi ciudad y conseguimos el objetivo de la permanencia. Es un recuerdo muy bonito”, añadió.
El Alcoraz, fortaleza y esperanza para Joaquín Muñoz
En el tramo decisivo de la temporada, el Huesca jugará cinco de los ocho partidos restantes en casa, un factor que puede resultar clave. Joaquín Muñoz lo tiene claro: “En casa tenemos que hacernos fuertes y por ahí va a estar el acceso al play-off”.
“Se nota muchísimo cuando tienes a la gente contigo. Cuanta más gente venga, mejor. Sentiremos su aliento y eso siempre suma”, aseguró sobre el papel de la afición, a la que animó a llenar El Alcoraz. “Lo del último día fue una fiesta. Queremos repetir esa energía”. Pese a su buen momento personal —es su mejor temporada goleadora con 5 tantos—, Joaquín mantiene un discurso maduro y colectivo: “Me encuentro muy bien, tanto física como mentalmente, pero lo importante es el grupo”. Además, destaca el valor del vestuario: “La fuerza de este equipo es que cada uno acepta el rol que le toca. Esa es la clave”.
También es consciente de que el equipo debe corregir errores para mantenerse en la pelea: “Tenemos que volver a ser ese equipo que encajaba pocos goles”, señaló, después de que el Huesca haya recibido 10 tantos en los últimos cinco encuentros.
Con ocho jornadas por delante y todo por decidir, el duelo ante el Málaga se presenta como una final anticipada. Joaquín y el equipo lo saben, y por eso preparan el choque como una oportunidad para dar un golpe sobre la mesa. El Alcoraz será, una vez más, el termómetro de la ambición oscense.