HUESCA | “Es cierto que cuando no salen las cosas estás más decaído pero a día de hoy me encuentro muy bien y quiero seguir así. Hoy me encuentro muy bien y quiero seguir así”, explicaba Joaquín Muñoz ante los medios de comunicación que siguen al Huesca. El atacante malagueño es la gran apuesta de Hidalgo. El entrenador catalán ha querido recuperarlo para el fútbol y el jugador ha cogido la mano del preparador para salir de su mal momento anímico y físico. En el último partido lució en ataque, con un amplio margen de mejora, pero fue el mejor ofensivamente del Huesca. Falló un gol cantado, le pararon un disparo sobre la línea de gol y dio una brillante asistencia ante el Racing de Ferrol.
“Me encuentro muy bien tanto física como mentalmente. Espero seguir así, rindiendo al mejor nivel”, argumentaba Joaquín. La pasada campaña marcó dos goles, pero lleva diez meses sin celebrar uno de sus tantos. En el Huesca esperan que su aportación anotadora pueda llegar esta temporada, por la falta de pegada que tienen los oscenses arriba. El pasado curso sufrió dos lesiones que no le dejaron explotar. Este curso lo tenía marcado en rojo, pero el factor anímico no le ha ayudado. En esa parcela, Hidalgo ha sido clave: “Hemos dado un cambio y estamos cómodos haciendo el papel que nos dice el míster cada jornada”.
Joaquín y Obeng, pareja ofensiva
“Es muy fácil jugar con Obeng, me encuentro muy cómodo. Nos conocemos desde hace un año y estoy muy contento”, explicaba Joaquín cuando le preguntaban por el delantero referencia del Huesca. En los entrenamientos, los dos jugadores suelen realizar los ejercicios juntos. Una pareja que ha decidido asociarse desde hace poco menos de un año. El año pasado Ziganda los reunió por primera vez en Ibiza y desde entonces han formado juntos en numerosas ocasiones. Este domingo en el Ciutat de Valencia volverán a estar juntos con el objetivo de que esa dupla comience a dar goles al necesitado ataque del Huesca.