Jorge Gómez no defenderá la próxima temporada la portería del BM Huesca. El zaragozano es abogado y compatibilizaba el trabajo en el despacho con el deporte profesional. El jugador ya renovó la temporada pasada por una campaña y sopesó mucho hacerlo. Los entrenamientos más los viajes de la competición sumado a su trabajo en el Derecho cada vez hacía más difícil la compatibilidad. El club ha anunciado el fin de la relación con un jugador que ha sido muy especial para el BM Huesca, entidad que ha defendido su escudo en dos etapas.
“La decisión de no continuar la tenía tomada hace tiempo y así se lo dije al club antes del confinamiento”, explica el ya exportero del BM Huesca. La única razón descansa en el agotamiento mental. Más de un caso lo ha tenido que preparar en el autobús destino a un partido y las segundas vueltas se le hacían muy largas. Demasiado largas.
Se va cuando frisa los 31 años, quizá, la mejor edad de los porteros donde la veteranía hace mucho. Pero es consciente de que su futuro está en la abogacía. “Ahora me debo y me exijo crecer en la profesión de abogado, porque no quiero llegar a los 40 como si fuera nuevo”, añade. Quiere hacer carrera en el lo laboral.
El balonmano ha sido una pasión desde los 8 años. Con 18 años fue a jugar al San Antonio de Pamplona para fichar una temporada después por un BM Hueca que le llevó a jugar en Guadalajara y en el Naturhouse La Rioja. De allí regresó a Zaragoza, luego se tomó un año de pausa y las cuatro últimas temporadas defendió el escudo oscense. Se va con buenas palabras para compañeros y club. Sabe que la despedida ha sido ‘robada’ por la Covid-19, aunque el club seguro que le rinde homenaje cuando se pueda… si se puede. “Me hubiera gustado una despedida distinta, pero tampoco sé cómo hubiera actuado”, desliza.
Jugador respetado
Tan querido como respetado en el vestuario, Jorge Gómez es uno de esos jugadores sobrios, siempre elegante, poco amigo de celebrar sus grandes paradas con una grada que siempre lo ha considerado como un seguro bajo palos. José Francisco Nolasco, su último entrenador, lo define así: “Para mí es un jugador de calidad máxima. Conseguir un portero de tan alto nivel era impensable para nosotros, pero el hecho de ser de Zaragoza nos lo acercó”. Y añade este entrecomillado para entender mejor su dimensión: “Es un jugador respetado en el vestuario y sin que tuviera necesidad de hablar. Eso solo lo consiguen los que son grandes en todo”.
Con la salida de Jorge Gómez del equipo, la portería del Bada Huesca se queda con Dani Arguillas y Jorge Broto.