ZARAGOZA| Lo que parecía una llegada del presidente para un mero trámite institucional como una Junta de Accionistas, terminó siendo un acto en el que se trataron y se dijeron muchas cosas más que números y cifras exclusivamente. La dimisión de Víctor Fernández en la rueda de prensa posterior al encuentro ante el Real Oviedo ha supuesto un auténtico terremoto en el Real Zaragoza.
Respecto a los datos económicos, las cifras de la entidad zaragocista siguen mejorando considerablemente mientras se continúa cimentando una base económica fuerte. Cabe destacar que desde la llegada de la nueva propiedad, la deuda ha disminuido de manera importante y el músculo económico del Real Zaragoza es mayor que años atrás. En esta Junta, la propiedad ha anunciado también la aprobación de una inyección de capital de 12,5 millones de euros y actualmente la deuda del club se sitúa en los 48 millones netos.
Si bien en la parte económica todo ha ido según lo esperado, Jorge Mas se ha mostrado especialmente duro con la figura como entrenador de Víctor Fernández. El presidente del Real Zaragoza ha asegurado que tanto el consejo como la propiedad le dio al técnico zaragocista todos los recursos posibles para conseguir los objetivos y tan solo le pidió una cosa: ganar. Mas considera que la responsabilidad de la situación deportiva actual del equipo es de Víctor y así lo ha hecho saber. Consciente de la rueda de prensa de su entrenador anoche y dejar su puesto a disposición, el máximo accionario de la entidad ha dicho: “Si no quiere continuar (Víctor), otro vendrá”.
Por último, la propiedad también ha querido hacer autocrítica. Uno de los debes desde su llegada es la falta de presencia en la ciudad y en el club, así como también su pobre comunicación con los aficionados del Real Zaragoza. El consejo, tomando la palabra Fernando López, ha reconocido que quizás falta comunicación con la afición y que es algo que tratarán de mejorar. Respecto a su función, el Director General de la entidad ha dicho que cree que su función está en los despachos, pero que quizás deba salir a hablar de vez en cuando.