Kama, Munchaku, Tonfa, Sai y Bo. Seguramente no le suenen estos conceptos, salvo que esté muy inmerso en el deporte del kárate, y más concretamente en el kobudo (kárate con armas). Se trata de los nombres de las armas que se utilizan en el kobudo. Bo vendría a ser el palo, Sai un pincho con tres puntas, Tonfa una porra, Munchaku dos palos con una cadena y Kama sería equivalente a una hoz.
Así nos lo explica el zaragozano Jorge Pérez, de 26 años, quien cuenta con un palmarés admirable. Ha sido 3 veces campeón de España en la modalidad de Bo por parejas (junto a su compañero Eduardo Jiménez), así como una plata en Tonfa en individual en el Campeonato de España de Mérida en 2022 y ostenta dos bronces y una plata en Sai individual en los campeonatos de España. Entrena en el gimnasio Sankukai.
Pérez nos cuenta que entró en el mundo del kárate muy joven, con apenas 6 años. “Era una actividad extraescolar. Me colé en una clase, ni siquiera estaba apuntado y mis padres se enteraron de que hacía karate cuando les llegó un recibo a casa. Ahí empecé con quien es mi profesor hasta ahora, Santiago Velilla”, rememora. Recalca que la clave de que mantuviera y fuera incrementando el interés por el kárate era “lo bien que te lo pasabas”. “Yo entrenaba, pero casi sin darme cuenta porque realmente me lo estaba pasando muy bien, era muy lúdico. Hay clases que visto desde fuera pueden parecer ‘machaconas’, pero para nada”, insiste.
Autoaprendizaje de las armas
Posteriormente, cuando ya tenía unos 16 años “empezaron a realizar clases especiales en las que los profesores del gimnasio traían material nuevo”, siendo en algunos casos “armas tradicionales japonesas”. Así es como conoció el kobudo. Nos cuenta que el desarrollo con las distintas armas (está especializado en Bo, Sai y Tonfa) también es muy “autodidacta”, de manera que para aprenderse los katas “vemos vídeos en youtube a cámara lenta”. Así, Pérez recopila información de Bo, Sai y Tonfa; y pone el valor el trabajo de su compañero Nacho Bueno, quien hace lo propio en Munchaku y Tonfa.
Respecto a los campeonatos por parejas, donde forma tándem junto a Eduardo Jiménez, subraya que lo más llamativo es “ver a dos personas llegar a los saludos y movimientos a la vez“. Un esfuerzo que requiere “practicar mucho” para alcanzar esa “coordinación y sincronización”.
Ampliar el número de participantes
Al margen de practicar kobudo como alumno, también ejerce como profesor en Sankukai. Jorge Pérez da tres clases a la semana a siete alumnos, siendo la mayoría de ellos por encima de los 40 años. Por eso mismo, como objetivos de cara al futuro se propone “ampliar el kobudo a edades más jóvenes para crear una base sólida de practicantes; y aunque sea a nivel local, crear mini competiciones que reaviven la motivación de la gente que va a entrenar”. En ese aspecto, “el kobudo sigue muy por debajo del kárate”.
Pasión por lo que uno hace, horas de esfuerzo, dedicación, capacidad de enseñar kobudo y de autoaprendizaje. Así es como vive y siente el kobudo Jorge Pérez, quien seguirá luchando y compitiendo para ampliar su palmarés de medallas. “Me falta lograr un oro en categoría individual“, avisa de cara al siguiente Campeonato de España.