La Quebrantahuesos rinde homenaje en esta edición a Joseba Beloki. El ciclista vasco fue uno de los más destacados en los Tour de este principio de siglo con hasta tres pódiums consecutivos en París. Una grave caída le apartó del Tour de 2003 cuando iba segundo en la general. También subió al cajón en la Vuelta a España 2002 donde acabó tercero.
La carrera deportiva de Joseba Beloki (Lazcano -Guipúzcoa-, 1973) viene marcada por un dato relevante que dibuja de manera clara quién era como ciclista Beloki, un hombre Tour. Dicho dato se prolonga a lo largo de tres temporadas, las que van del año 2000 al 2002, en las que el ciclista vasco logró subir de manera consecutiva al pódium del Tour de Francia, como tercer clasificado durante las dos primeras temporadas y al segundo puesto en el de 2002. Se topó siempre con Lance Armstrong, el tirano de aquellos calurosos veranos en Francia.
Y llegó el Tour del 2003, donde a nuestro protagonista se le presentaba una nueva oportunidad para batir al norteamericano. A mitad de la ronda gala, Beloki tan sólo cedía 40 segundos con Armstrong ocupando el segundo lugar de la general y con la sensación generalizada de que en esa edición podía haber desbancado al texano de lo más alto del podium de los Campos Elíseos. Pero no fue así y lo que desgraciadamente ocurrió ese 14 de julio quedará para siempre en la retina de los aficionados al ciclismo.
El día que toda Francia celebra con entusiasmo su Fiesta Nacional, el pelotón del Tour bajaba enfilado el Col de la Rochette en persecución de un fugado Vinokourov. Mucho calor, mucha tensión y mucha velocidad. Esta combinación y el deficiente estado del firme hicieron que Beloki sufriera una caída de graves consecuencias, mientras que de manera casi milagrosa Lance Armstrong lograba esquivar la caída y cruzando un campo regresar de nuevo a la carretera sin sufrir el más mínimo percance. Será verdad lo de la suerte de los campeones.
Ese descenso de la Rochette se cobró algo más que un fémur, una muñeca y un codo rotos. La moral del vasco quedó muy tocada y ya nunca volvió a ser el que era sobre la bicicleta. Para desgracia de todos hubo un Beloki antes y otro después de la Rochette, pero para su recuerdo siempre quedará la fiel actuación de sus compañeros de equipo, el potente ONCE de Manolo Saiz por aquel entonces. Olvidando cualquier clasificación, el gesto lloroso de Azevedo y Jaksche parando junto a su líder caído fue una perfecta muestra de compañerismo y de los valores que siempre han acompañado al ciclismo.
Otras competiciones y sus equipos
Dejando de lado el Tour, el principal logro de Beloki fue la tercera posición en la general de La Vuelta en 2002, tras Aitor González y Roberto Heras. Sus grandes capacidades como escalador unidas a su gran solvencia en las cronos hacían que destacara en las grandes vueltas, pero por su perfil no fue ciclista de muchas victorias individuales. Pese a ello logró adjudicarse en el 2000 la Vuelta a Asturias y una etapa en el Tour de Romandía, además de la Volta a Catalunya del 2001.
A lo largo de su dilatada trayectoria pasó por varios equipos. Comenzó en 1998 en el histórico Euskaltel-Euskadi para dos años más tarde fichar por el Festina, donde tan sólo estuvo una temporada antes de recalar en el equipo de la ONCE y correr para ellos durante tres temporadas. Tras la gran espantada que hubo en la escuadra de Manolo Saiz, en 2004 Beloki sorprendió con su fichaje por el Brioches La Boulangère, un equipo francés de segunda fila del cual sólo lució sus colores durante unos meses antes de enrolarse en el Saunier Duval, para finalmente terminar sus días como profesional en una nueva estructura creada por Manolo Saiz, el Liberty Seguros, germen del actual Astana.
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