ZARAGOZA | Juan Carlos Cordero atendió a los medios para analizar el final de temporada y explicar las bases del mercado que viene. El director deportivo siempre dijo que su forma de entender la profesión se basa más en el césped que en el despacho, en el olfato del que fue también goleador y futbolista. Sus reuniones se improvisan sobre el córner y desde allí espera encontrar las respuestas para un proyecto que ha empezado dos veces. Con él, empezó en serio, pensaron algunos. El fin de temporada atropella el inicio de la siguiente y Cordero deslizó las líneas maestras del mercado.
El director deportivo supo ser cauto ante un carrusel de preguntas. Describió sus primeros meses en Zaragoza, en un desarrollo que tuvo muchas fases para él. Desde un “inicio convulso en el mercado de enero”, en el que se impuso la necesidad de buscar “muchas salidas”. El cambio de tendencia llegó tras dos derrotas consecutivas: “Fue un punto de inflexión dentro de la plantilla y el cuerpo técnico. Cuando superamos ese momento se creó la base de la nueva temporada, un equipo sólido y estable. La fase final de la temporada ha dejado un buen sabor de boca. Hemos encontrado un equipo reconocible, en comunión con la grada. Y esa es la base para construir una plantilla que nos ilusione a todos”.
A la espera de Giuliano Simeone
Giuliano Simeone fue uno de los primeros nombres que trató el director deportivo. Cordero respeta los tiempos del jugador y de su club de procedencia, pero todavía espera una oportunidad de la suerte: “Giuliano se ha ganado que el Zaragoza le espere hasta el final. Tendremos paciencia hasta el final de mercado, aquí siempre tendrá un espacio”.
Según Juan Carlos Cordero, la renovación de la plantilla incluirá a la cantera como una “prioridad”. Y anuncia que será un mercado plagado de movimientos: “van a tener que venir bastantes jugadores en muchas posiciones. No me quiero quedar como estoy, quiero mejorar la plantilla hasta el final.” Su idea pasa por lograr “una base de jugadores en propiedad”, sin despreciar los frutos que ofrecen las sinergias o las cesiones de jugadores que busquen en La Romareda su lugar en el fútbol.
Los descartes de Cordero
El director deportivo descartó también la continuidad de Gueye, Larrazabal y Vada: “Gueye ha dado un rendimiento menor del esperado. Pusimos todos de nuestra parte para ayudarlo, pero no terminó de enlazar con la plantilla y con la afición. Con Larra hemos alcanzado un acuerdo para desvincularse del club. Vada tenía la idea de marcharse y lo hará, me fío de su palabra”.
En el capítulo opuesto está Lluís López, que prolongará su vinculación con el Real Zaragoza. Se trata, según Cordero, de una negociación nueva, que no está sujeto a su anterior contrato: “Es una gran noticia. Lluís López es un jugador consolidado, que conoce la categoría, muy fiable. Es una pieza indispensable para la temporada que viene”. En ese mismo lugar de la escena está Alejandro Francés, al que Cordero ve como un futbolista prioritario, más allá de que en la fase final del curso haya perdido protagonismo.
Protagonismo de cantera
Pau Sans continuará en dinámica de primer equipo, en alternancia con el filial. Cordero dijo también que le queda una conversación pendiente con Sabin Merino, en la que previsiblemente estudiará su salida. El caso Baselga también dejó un anuncio por parte del director deportivo: “Estamos evaluando la opción de que Marcos Baselga haga la pretemporada. Incluso hacer una renovación para que se pueda quedar en el primer equipo o salir cedido. Creo que se lo ha merecido, ha hecho una buena temporada: ha marcado goles y puede alternar varias posiciones. No vamos a cerrarle la puerta a un jugador nuestro al que podemos ver en pretemporada”.
En sus últimas intervenciones, situó a Marc Aguado como una de las llaves del Zaragoza que viene. De él dice que conoce La Romareda, el fútbol y todos los contextos. Al mediocampista zurdo no hay que enseñarle las claves de este juego, porque ya las lleva dentro, ni el zaragocismo, porque nació con ello.
Juan Carlos Cordero tomó la palabra, no habló de dinero, pero sí que proyectó las bases del Zaragoza que viene. En su discurso, pocas frases sonaron tan rotundas como la siguiente: “Ahora mismo, me niego a hablar de ascenso”.