Los goles en el Real Zaragoza ya son una realidad. El equipo aragonés encadena siete partidos consecutivos anotando al menos un tanto, en contraste con los siete choques anteriores en los que no consiguió ver puerta. De esta forma, los de Juan Ignacio Martínez se han quitado el gran lastre que arrastraban durante toda la temporada. Cuando los goles llegan, todo se ve de otro color.
Como en la mayoría de equipos de fútbol, los delanteros son los grandes responsables de marcar las diferencias de cara a puerta. La irrupción anotadora de Iván Azón en los últimos cuatro partidos amplía la lista de goleadores en un conjunto escaso de ellos. La consumada bajada de rendimiento anotador del otrora referente en esta faceta, Juanjo Narváez, durante la campaña requiere de la aportación de distintos jugadores en área rival.
Giménez, máximo goleador del Zaragoza
El delantero ilicitano no está realizando una gran temporada en lo que a goles se refiere. Su rendimiento ha sido irregular en los 26 partidos que ha disputado con la camiseta del Real Zaragoza, con un promedio de un gol cada 326 minutos. Insuficientes registros para el que se supone que tenía que ser la referencia en la punta de lanza al comenzar la temporada.
Su punto álgido lo alcanzó durante el mes de noviembre cuando anotó tres tantos en cuatro encuentros. Tras marcar un doblete clave en la victoria como visitante contra Las Palmas y adelantar al Zaragoza en Amorebieta, Giménez se apagó de cara al gol.
Al igual que el resto del equipo, Álvaro Giménez se sumergió en una dinámica negativa de sensaciones y resultados. Imprescindible en todo momento para Jim, el delantero no volvió a marcar hasta cuatro meses después en La Romareda contra, de nuevo, Las Palmas. Este gol, el primero como local, reconcilió en cierta forma a Giménez con una grada muy escéptica con él.
Ahora con Azón marcando los goles y Sabin Merino con cuota de titular indiscutible, el cuerpo técnico ha decidido relegarle a un segundo plano partiendo desde el banquillo para acompañar a otro delantero. Un cambio en la forma de afrontar las segundas partes que está siendo fructífero para el Zaragoza, ejemplificada con las dos asistencias de Giménez en los tantos de Azón y Puche contra el Fuenlabrada. No marcar no significa jugar mal.
Iván Azón “El terrible”
Sin duda, Iván Azón Monzón está siendo la revelación en el último mes de competición. Cuatro goles en cuatro partidos avalan el rendimiento de un chaval zaragocista que por fin está recogiendo los frutos de su incansable esfuerzo y dedicación desde que forma parte de la primera plantilla del Real Zaragoza.
Suplente durante toda la temporada, la suerte parecía no caer nunca hacia el lado del bueno de Iván. Lo paradójico del momento dulce en el que se encuentra ahora mismo es que tan solo ha cambiado una cosa: el gol; antes no las metía y ahora, sí. La lucha y el sacrificio son los mismos que los del primer día, y al fin ha convertido en goles la escasa confianza que le daba Jim en cuanto a minutos sobre el césped. En 26 partidos ha salido como titular nueve veces y cada 224 minutos marca un gol siendo el segundo máximo anotador con cuatro dianas, una menos que Giménez. Lo que comparten ambos delanteros es la zona del campo desde donde y cómo anotan sus goles: en el área y al primer toque. Desde luego, dos oportunistas del gol.
Iván Azón todavía no es un fijo en la foto inicial, con un rol de auténtico revulsivo y agitador de partidos, pero su influencia está siendo superlativa en el devenir de los encuentros. Además, ha demostrado versatilidad e inteligencia para compartir parcela de ataque con otros jugadores como Álvaro Giménez, beneficiándose y complementándose uno del otro. Ambos suman el 31% de los goles del Real Zaragoza esta temporada.
El nuevo y el más esperado: Sabin Merino
Sabin Merino no ha tenido todavía el placer de marcar con el Real Zaragoza. Desde su llegada en el mercado de invierno para aumentar la calidad de la plantilla en la zona de ataque, el equipo ha mejorado considerablemente sus resultados. Su aparición, junto a la Eugeni y Grau, ha sido un lavado de cara de los planteamientos de Juan Ignacio Martínez.
Sin embargo, el rendimiento individual del delantero formado en Lezama aún no ha alcanzado lo esperado tras su fichaje. Sin una posición fija sobre el campo, ha partido desde la banda izquierda y como delantero indistintamente. A Sabin se le nota la falta de rodaje esta temporada, lo que ha influido en su adaptación a un equipo que espera sus goles como agua de mayo.
Lo más destacado de su juego en los cinco encuentros que ha disputado son los movimientos que realiza en el último tercio del campo. Desprende inteligencia a la hora de ir a la disputa y alargar al equipo, pero con el balón se le ha visto escaso de ideas y lento en la toma de decisiones, un aspecto fundamental para marcar diferencias. Cabe destacar también su capacidad para encontrar situaciones de disparo a pesar de su ineficacia goleadora hasta el momento; con 1,3 tiros por partidos, es el tercer jugador que más lanzamientos realiza del equipo.
Habrá que ver la evolución de Merino con la elástica blanquilla, pero parece que el crédito con el que llegó es bastante grande. Sin embargo, para mantenerse en el once inicial deberá hacer más méritos y sintonizar mejor con una plantilla que está demostrando ser más competitiva que hace mes y medio.