Un problema menos para Martín González o una incógnita despejada para el director deportivo del Huesca. Todo indica que Julio Buffarini va a encontrar acomodo en el Talleres de Córdoba. Regresa a Argentina, después de su paso por el Huesca en el que salvo los dos primeros partidos de la competición nada hizo. De hecho, el lateral derecho engrosó en el mercado invernal las filas del Cartagena.
El jugador argentino llegó a Huesca con la vitola del carácter y fútbol. La idea era replicar fórmulas de éxito anteriores. Si Pedro López/Miguelón y Galán/Luisinho había sido positivo, se buscó la misma idea con Buffarini/Ratiu. El argentino recaló como agente libre y fichó para dos temporadas por petición expresa de Nacho Ambriz, primer entrenador del Huesca en la reciente terminada temporada.
Sin embargo, se esperaba tanto de él que la decepción fue en la misma proporción. Los fallos que dieron goles a los rivales le condenaron. De un jugador internacional por Argentina y con pasado en el Boca Juniors se esperaba mucho. Pero no pudo ser y hubo que buscarle acomodo en otro club. A finales de enero, tras 19 partidos, dos de ellos en la Copa del Rey, fue cedido al Cartagena. Allí ha alternado la titularidad con la suplencia.
La llegada de Gerard Valentín al Huesca, además, le cerró la puerta para seguir esa temporada en la capital altoaragonesa y, según la prensa argentina, su horizonte más próximo pasa por el Talleres de Córdoba.