Hubo una época en la que el Real Zaragoza fichaba estrellas. Una época en la que el aficionado maño soñaba con la posible llegada de jugadores de talla internacional. Tampoco hace falta remontarse al siglo pasado. “El Zaragoza, interesado en el polaco Robert Lewandowski”, titulaban los medios más importantes del país en 2010 ante el interés de la dirección deportiva zaragocista en uno de los mejores delanteros del mundo y el tercer máximo goleador de la historia de la Bundesliga.
Caprichoso fue el destino. El pasado verano, el Real Zaragoza volvió a estar capacitado para seducir a un jugador de gran relevancia mundial. Fue Shinji Kagawa, uno de los mejores socios que pudo tener Lewandowski en su paso por el Borussia Dortmund. La llegada de Shinji Kagawa al Real Zaragoza fue un auténtico terremoto mediático, así como una nueva oleada de ilusión para la afición zaragocista.
De la alfombra roja de Old Trafford al barro del Anxo Carro
La vida de Shinji Kagawa ha dado un giro de 360 grados. Y tres vueltas de campana. El astro japonés ha dejado atrás una carrera llena de grandes hitos. Una carrera siempre dentro de la comodidad de la alfombra roja. Del confeti de las celebraciones de títulos y de los flashes de las grandes marcas. Una carrera envidiable, desde luego. Porque Shinji es de esos jugadores que allá donde van caen de pie.
En el Cerezo Osaka comenzó a andar y se convirtió en ídolo de las masas japonesas. En el Borussia Dortmund fue más allá. Levantó dos Bundesligas y dos Copas de Alemania. Casi nada. En el Manchester United tampoco dejó mal recuerdo, donde levantó la Premier League y una Community Shield. Todo ello mientras seguía haciendo historia con su selección, con la que se hizo con una Copa de Asia. En definitiva, Shinji es un ganador. Un jugador que siempre encontró su hueco en las altas esferas con un fútbol glamouroso, digno de pisar la alfombra roja.
Su último paso le llevó al Real Zaragoza, a la Liga SmartBank. Una liga tan competitiva como poco bonita de ver. Una categoría donde los jugadores de buen pie apenas brillan y dónde la intensidad se impone al buen juego. Los campos de regional siguen presentes y se presentan como auténticos fortines. Lo cierto es que pasar del Allianz Arena al Anxo Carro puede no resultar fácil. Lo mismo que de Old Trafford a Santo Domingo. Semejante cambio requiere una adaptación, la misma que sufre el administrativo al que le cambian el despacho de la primera a la segunda planta. Pero el fútbol no espera a nadie. Y eso lo está viviendo Kagawa en sus propias carnes. El japonés no ha tenido una rápida adaptación y le está costando sobremanera conseguir una regularidad en su juego. La afición tampoco espera, y ya ha sacado el índice acusador en su dirección.
Los detalles sin continuidad de Kagawa en el Real Zaragoza
Dudar de la calidad de Kagawa es una aberración. El japonés es, sin ninguna duda, el mejor jugador de LaLiga SmartBank. De largo. Nadie es capaz de desarrollar un fútbol tan vistoso como el que lleva a cabo él. Con la izquierda o con la derecha. Cada vez que Shinji interviene en el juego demuestra una calidad nunca antes vista en segunda división. ¿El problema? Que esas apariciones son escasas, y muchas veces irrelevantes en el resultado final. Con dos goles y una asistencia, Shinji Kagawa está firmando su peor registro en cuanto a participación activa en los goles de su equipo. El japonés tiene que retrasar mucho su posición para intervenir en el juego del Real Zaragoza. El partido ante Las Palmas fue el mejor ejemplo de ello. Tuvo que retrasarse hasta casi la línea defensiva para poder entrar en juego ante la fuerte presión que los equipos rivales hacen en la zona medular.
Este es por tanto el principal objetivo de Kagawa en su paso por Zaragoza. Debe tratar de tener una continuidad en su juego. Una regularidad durante los 90 minutos. Debe ser decisivo en los metros finales y dejarle la tarea de elaboración a los Eguaras, Guti o James. Él vino para ser decisivo en las áreas. En la contraria concretamente. Para ser el socio predilecto del delantero. Para ser el mismo Kagawa que fue con Lewandowski, pero con Luis Suárez. Porque —con todos los respetos hacia el colombiano— el cambio es sustancial. Y es por ello por lo que Luis necesita más del japonés. Necesita alguien que le sirva los goles en bandeja. Alguien que le baje un balón llovido del cielo y se lo deje a placer para rematar desde dentro del área. Sí, como contra el Racing de Santander.
La hora de la verdad, momento de resurgir
“La Segunda División es una noria pero ahora cada triunfo es un tesoro”, comentaba Víctor Fernández al término del partido ante la UD Las Palmas. El Real Zaragoza encara ya la recta final de la temporada. Con la segunda vuelta comenzada, el equipo maño sabe que está más cerca que nunca del ascenso. Es por ello por lo que necesita de todos para lograr el objetivo. Sobre todo de los diferenciales, los que llegaron con la etiqueta de indispensables y levantaron pasiones. Es el caso de Shinji Kagawa, al que todo aficionado esperaba que se echara este nuevo proyecto a la espalda. Con una primera recta de campeonato de suficiente raspado, el laureado jugador japonés debe cargarse con la misma responsabilidad que se cargó en el resto de equipos en los que estuvo.
El Real Zaragoza no va a tener partido fácil de aquí a final de temporada. Ni el equipo maño ni nadie. Ayer el Cádiz veía como el Mirandés le levantaba un 3-1 con dos goles en los minutos 94 y 97. El Real Zaragoza vio como en un partido condenado al empate en Gran Canaria se lo llevaba tras un penalti sobre Luis Suárez. Una situación similar a la que ocurrió en Vallecas hace unas jornadas y cuando el conjunto maño también se llevó el partido en la recta final gracias a un penalti sobre el colombiano. La Segunda División sólo le concede el premio al ascenso al equipo maduro, al que en las situaciones difíciles sale vencedor. Al que no se esconde en ningún momento. Y para ello se necesita de jugadores maduros, experimentados y que no se escondan cuando vengan mal dadas. Para ello se necesita de Kagawa.
La afición del Real Zaragoza no puede dictar sentencia sobre Kagawa
Muchos han sido los que han pedido a viva voz la salida de Shinji Kagawa del Real Zaragoza. Ya recibió algunos pitos en los anteriores partidos en La Romareda cuando fue sustituido. Lo cierto es que su temporada no está siendo buena, pero este no es motivo para abrirle la puerta al mejor jugador del Real Zaragoza, de LaLiga SmartBank. “No estoy contento con los partidos que he jugado en la primera vuelta. Voy a dar todo por el equipo y por la afición”, decía Kagawa en sus redes sociales recientemente sobre su rendimiento.
El propio jugador fue crítico con su actuación en la primera vuelta, sabedor de que no ha cumplido las expectativas puestas sobre él a principio de temporada. Ahora tiene una nueva oportunidad para reaccionar y liderar un proyecto que inevitablemente consigue sacar una sonrisa a cada zaragocista al que se le nombra. El Real Zaragoza va con paso firme hacia arriba y ya ha conseguido dar caza a los dos escapados. Ahora llega el momento de la verdad, y la afición debe ser, como suele decirse, el jugador número doce. El que anime a los suyos cuando menos lo merezcan y el que no dicte sentencia sobre unos jugadores comprometidos con el proyecto que sí va a acabar perfectamente.