ZARAGOZA | El pasado sábado, el Real Zaragoza dio señales de vida por primera vez en semanas. Durante el duelo ante el Sporting de Gijón, se vieron algunos brotes verdes en el conjunto de Miguel Ángel Ramírez. El encuentro acabó con un injusto empate a uno y los blanquillos dieron una buena imagen ante un público (esta vez sí) volcado con sus jugadores. La defensa fue sólida y el ataque fluyó. Únicamente faltó el acierto, que llegará. Sin embargo, como suele pasar en estos casos, hay quienes se quedan rezagados ante el avance de su equipo. Aketxe y Keidi Bare fueron las grandes decepciones.
El caso de Keidi Bare es extraño. En teoría, el trabajo y ayuda encomiables de Kervin Arriaga deberían liberar de presión al albanés, que por fin podría desatar todo su potencial en ataque y defensa. Nada más lejos de la realidad. Keidi ha ido de más a menos a lo largo de la temporada, pero durante los últimos meses está cayendo en picado de forma inexplicable. Errático, lento en la toma de decisiones e incapaz de cortar un ataque rival sin cometer falta, el Real Zaragoza echa en falta al Keidi Bare de la temporada pasada, un espejismo que sólo vimos durante los primeros partidos de la presente campaña.
Por otro lado, nada cambia para Ager Aketxe. Da igual si el Real Zaragoza gana, pierde o, como ante el Sporting, empata. Aketxe sigue siendo una de las mayores decepciones de la temporada en la categoría. El vasco sólo trajo su irregularidad a Zaragoza. Todo por lo que destacaba se quedó Eibar. Es difícil de defender que un jugador, tenga la calidad que tenga, protagonice actuaciones como las suyas. Contra el Sporting, salió del banquillo con el objetivo de mantener el resultado y aportar fluidez al juego. No hizo ni una ni la otra. Es más, no hizo prácticamente nada. Incluso Alberto Marí, que por fin está mejorando, tuvo que presionar por él. Con Aketxe así, el Real Zaragoza está cerca de jugar con diez y el equipo lo acaba pagando.
Es esencial que el Real Zaragoza recupere a dos de sus mayores talentos de cara a un final de temporada que se prevé complicado. La situación del equipo es límite y el próximo sábado, ante el Eldense, jugará una final. Es el momento de darlo todo. Ojalá Keidi Bare y Ager Aketxe sean artífices de un cierre de temporada digno. La esperanza en ellos no está perdida.