ZARAGOZA | El fichaje de Keidi Bare ya es oficial. El Real Zaragoza acaba de anunciar en sus redes sociales un movimiento esperado, cantado desde hace días. La apuesta por el mediocampista albanés es un salto de calidad para el grupo de Víctor Fernández, una apuesta por una referencia en la categoría. Bare llega a La Romareda después de quedar libre tras su ascenso con el Espanyol, con el cariño y el reconocimiento de todas sus estaciones de paso.
Keidi Bare no es siempre un jugador bonito de ver, pero se convertirá desde el primer día en un futbolista capital para Víctor Fernández. En estas fechas se ha recordado una declaración del técnico, que consideró hace cuatro temporadas a Baré como el mejor pivote defensivo de la categoría. Hoy toma un sentido especial: con su fichaje se cumple un viejo deseo del técnico, la llegada de un jugador lleno de intensidad y de recorrido, pleno en términos de lectura, empuje y esfuerzo.
Cuesta ver dos salidas más distintas que la de Alejandro Francés y Maikel Mesa, por el tiempo, las formas y las reacciones que le siguen a sus marchas. Y de la misma manera, cuesta ver una llegada más táctica que la de Keidi Baré. El Zaragoza ficha a un futbolista que acumula más de 160 partidos en la élite del fútbol español, que se acerca a las 50 citas en Primera. Bautizado como el pitbull albanés, Bare es muchos jugadores en uno solo, bastante más que un perro de presa.
El equipo aragonés no ficha a un cualquiera y Víctor Fernández encuentra exactamente a uno de esos jugadores que siempre quiso fichar para su equipo. De 26 años, en plena madurez, cierra además su vínculo para las próximas tres temporadas. El Real Zaragoza encuentra en Bare su pieza más estratégica.