HUESCA | Iker Kortajarena llegó el pasado verano al Huesca desde el filial de la Real Sociedad como una apuesta de futuro. El vasco entró pronto en el equipo titular, ante la falta de alternativas en el centro del campo, y esa precipitación en los tiempos le marcó. Kortajarena todavía no estaba adaptado al fútbol profesional y la dinámica del equipo lo devoró. Con Hidalgo su entrada en el equipo ha sido paulatina y parece estar cogiendo la dinámica. “Pido mejorar y ayudar en todo lo que pueda al equipo. Cuanto más juegue, mejor”, explicaba el centrocampista en rueda de prensa.
Kortajarena solo había jugado seis partidos en Segunda antes de llegar al Huesca. Los jugó con Xabi Alonso en el filial de la Real Sociedad. Sin embargo, no es lo mismo jugar con la Real Sociedad B que con el conjunto altoaragonés y la presión ha aumentado. “Estar allí abajo es duro. Hay nerviosismo. Hay nervios -insiste- y por eso queremos salir de abajo”, explicaba el futbolista de 23 años. El medio jugó los cinco primeros partidos como titular y hasta la jornada 21 no volvió a probar el orgullo de estar en el once inicial: “Acabamos el año muy bien. Queremos seguir con esas sensaciones y conseguir el objetivo de la permanencia“, argumentaba el de Oiartzun.
Kortajarena, un llegado para el Huesca
El guipuzcoano ha ganado protagonismo con Hidalgo en las últimas jornadas y ante el Cartagena llegó a estrenar su casillero goleador. Durante la pasada temporada en Primera Federación demostró que es un medio con llegada. Disputó 31 partidos y marcó cinco goles con la Real Sociedad B. En sus últimos partido ha presentado esa característica que le llevó a meter gol en el último partido del 2023 y que también le llevó a estrenarse en la Copa del Rey en Antequera. Unos tantos que espera aportar en la segunda vuelta, comenzando por el partido de este domingo en El Molinón: “Queremos ir a Gijón a ganar”, sentenciaba el futbolista.