ZARAGOZA | Sebastian Kosa pide paso después de su lesión en el maléolo. El eslovaco ocupa un lugar difuso en la plantilla del Zaragoza, difícil de analizar tras sus escasos minutos. Pero Gabi arrastra un problema sin solución en la zaga y su figura gana peso. Todavía con Lluís López en periodo de recuperación, Kosa se ha ganado un hueco en las quinielas para el duelo del próximo domingo, con Jair en el alambre y Vital en el sitio más seguro de la ecuación.
Sin prácticamente oportunidades con Víctor, su lesión en L’Hospitalet partió en dos su primer curso en Zaragoza. Hasta entonces, Kosa vivió en la sombra de cualquier central, con un papel protagonista únicamente en la derrota ante el Racing y la victoria en Elda, dos pruebas del algodón que el central estuvo lejos de superar. Si el equipo de José Alberto enseñó sus carencias a la espalda, el triunfo en el Pepico Amat tampoco dejó en buen lugar a la zaga zaragocista.
Con el periodo de adaptación ya realizado, su proceso de recuperación ha fortalecido los primeros vínculos con Zaragoza y también con la Ciudad Deportiva. Más preparado en casi todos los aspectos, Víctor Fernández siempre destacó su “conciencia profesional”. Fuerte en la defensa del área, el nuevo Zaragoza le va a obligar a vivir más cerca de la portería, lo cual parece un pequeño triunfo personal.
¿Kosa, ante la relevación de la categoría?
El Mirandés explica su temporada a través de las áreas y la puntería, los aspectos más justos del juego. En ese punto, a Izeta y a Panichelli les corresponde un lugar especial, temible a ojos de cualquiera que se enfrente a ellos. Kosa en el Zaragoza no ha representado muchas cosas, pero en estos momentos su cabeza limpia, libre de errores desde hace tiempo, puede valer más que cualquier aspecto futbolístico.