Volvía la competición liguera, era un día especial para la SD Huesca y David Ferreiro lo sabía muy bien. El gallego se puso sus mejores galas, con San Jorge y el dragón en el torso, preparado para lo que se convertiría en su partido más dulce en lo que lleva de temporada. El extremo ha logrado marcar en las cuatro temporadas que lleva vistiendo la camiseta azulgrana.
Ferreiro tenía hambre de competir y de marcar, y tan solo necesitó dos minutos sobre el terreno de juego de La Rosaleda para demostrarlo. Recogiendo un centro de Raba, pudo batir a un Munir que pudo hacer más por evitar que el balón entrara en su portería. El gallego sabía que era su noche y ni las expulsiones ni los penaltis pudieron pararlo. Volvió a ser ese puñal por la banda que tanto echaba de menos al afición oscense en los encuentros previos al parón. Para redondear la noche, logró una asistencia magistral de córner para que Rafa Mir pudiera sentenciar el enfrentamiento.
El jugador del Huesca pudo quitarse, al fin, esa espina clavada que llevaba durante la temporada y tuvo que ser contra el Málaga, rival ante el que falló un penalti en el partido de ida. Caprichos del destino. El ex del Lugo suma 11 goles y 26 asistencias con la camiseta azulgrana, la cual ha defendido en más de 100 ocasiones; datos que ensalzan el paso de David Ferreiro por la SD Huesca.
Raba, el coprotagonista
Sin embargo, el gallego no fue el único gran protagonista del partido, y es que el nombre de Dani Raba volvió a sonar fuerte en la provincia altoaragonesa. El cántabro se reencontró con el gol después de 12 partidos de sequía. El azulgrana recuperó el nivel con el que brillaba en las primeras jornadas de la temporada, una confianza que logró recuperar del todo con el tanto de penalti al borde del descanso. En la segunda parte, Míchel movió piezas desde el banquillo y decidió dar descanso a Raba para sacar a un Rafa Mir que se convertiría en el tercer héroe de la jornada.