La sorpresa de la pasada jornada fue la abultada derrota del Málaga en la Rosaleda ante un mermado Reus. Los pitos de la afición local ante el 0-3 recibido demostraron el malestar por la relajación que viene manifestando el conjunto andaluz en las últimas semanas. Y es que a pesar de estar situados a solo dos puntos del ascenso directo, una situación más que envidiable para la mayoría, las sensaciones futbolísticas del Málaga están muy lejos del magnífico arranque que protagonizó durante las primeras jornadas.
El equipo de Muñiz inició la campaña con 5 victorias consecutivas. 15 puntos que le permitieron consolidarse como líder indiscutible y máximo favorito para el ascenso a la Liga Santander. Razones no faltaban. Además de esa racha y del buen juego, el club contaba con el mayor tope salarial de la categoría, lo que le había permitido formar una plantilla con mucho jugador habituado a estar en Primera División y un entrenador que domina el arte del ascenso.
Pocos entrenadores puedes fardar de haber ascendido en dos ocasiones de Segunda a Primera. Juan Ramón López Muñiz lo hizo en la temporada 2007-2008 con el propio Málaga y con el Levante en la temporada 2016-2017, al cual subió como líder y con el recuerdo de ser uno de los mejores equipos que se han visto recientemente en la categoría. A eso se acogió el conjunto andaluz el pasado verano, y de momento está cumpliendo.
A pesar de ese gran arranque el Málaga ha bajado su ritmo de puntuación demostrando que la Liga 123 es altamente competitiva y que cada partido tiene sus dificultades. Además las sensaciones futbolísticas no son las mismas que en el mes de septiembre y el equipo parece haber perdido gasolina arriba. Su máximo goleador, Blanco Leschuk es el mejor ejemplo del bajón del Málaga. Desde el 29 de octubre, el delantero argentino no ha marcado. Por entonces llevaba seis goles en once encuentros y ahora lleva nueve sin anotar. Un apagón que al Málaga le hace especialmente daño porque no cuenta con otra figura goleadora, puesto que su compañero Harper apenas lleva 3 goles en toda temporada.
Ante esta falta de gol el Málaga (igual que el Real Zaragoza) está teniendo que buscar anotadores desde la segunda línea y a través de la estrategia, aspecto que Victor Fernández señaló especialmente en la rueda de prensa de ayer.
“El Málaga es un equipo muy poderoso físicamente, que domina las variantes de las estrategias y tiene buenos cabeceadores”
El entrenador aragonés avisó así de una de las principales fortalezas del rival y de una de las debilidades más evidentes del Real Zaragoza. Los boquerones han conseguido nada más y nada menos que 10 goles a partir de jugadas a balón parado. Casi la mitad de sus tantos llegan a partir de esas jugadas. Y es que además de especialistas para el remate y para poner centros, el Málaga tiene una figura exclusiva que raramente se ve en el fútbol español. Luis Hernández, el cual ha vuelto al trabajo esta semana y podría volver a tener minutos el domingo tras una lesión que le ha tenido varios partidos fuera. El central madrileño es una pieza importante en la defensa, pero también lo es en ataque, gracias a sus poderosos saques de banda, a partir de los cuales el Málaga ha conseguido 4 goles. Un recurso más típico de la Premier, y que seguro que tuvo influencia en su paso por el Leicester City hace dos temporadas.
Además del balón parado una de las grandes virtudes de la escuadra andaluza ha sido su seguridad defensiva, más allá del desastre de la pasada jornada. Un equipo férreo, bien instalado en un 4-4-2 y que tiene a uno de los mejores guardametas de la categoría. Seguramente uno de los pocos que puedan pelear por ese título ante el argentino Cristián Álvarez. Y es que Munir, además del buen rendimiento dado en las últimas campañas en la Liga 123, puede fardar de haber sido el portero titular de su selección en el pasado Mundial. Un auténtico cerrojo bajo los palos.
El Málaga llega pues a la Romareda con la necesidad de reecontrar sensaciones para no despegarse de las dos primeras posiciones de la tabla. Sólo Ontiveros, Koné y Juankar continúan de baja y Muñiz dispondrá de una buena cantidad de recursos para asaltar el feudo zaragocista. Juanpi, Pacheco, Adrián y N’Diaye forman un centro del campo muy versátil y de calidad. Sin embargo se espera que el Real Zaragoza sea el que domine a partir de la posesión del balón y el Málaga prefiera esperar más resguardado. Una situación en la que no se desenvuelve nada mal y que ha adoptado en más de un encuentro fuera de casa. Intentar evitar los contragolpes y minimizar las acciones a balón parado y centros laterales tendrán que ser las prioridades para frenar a uno de los equipos más punteros de la competición.