Una de las respuestas más inmediatas que aparecen cuando estas sumergido en una situación económica frágil es apostar por lo que se tiene. La cantera aparece como la gran esperanza a corto y largo plazo. Aunque no depende solo de la necesidad, también se requiere que haya materia prima que se pueda pulir y aprovechar. Materia que el Real Zaragoza parece haber encontrado en los últimos meses tras varios años en los que, excepto alguna perla como Vallejo, no había surgido nada.
Hasta 7 futbolistas formados bajo la disciplina del Real Zaragoza completan el equipo. Con el capitán Alberto Zapater como un espejo en el que mirarse, Julian Delmás, Jorge Pombo, Lasure, Carlos Nieto, Raúl Guti o Alberto Soro son una parte insustituible del equipo aragonés. Cada uno con su rol y cada uno con sus peculiaridades, todos tienen su papel en la plantilla diseñada por Lalo Arantegui.
Jorge Pombo ha dado un salto
Si por algún jugador de esta nueva generación hay que comenzar, Jorge Pombo, por protagonismo actual debería ser la referencia inicial. El número 8 del Real Zaragoza ha elevado su estatus desde el año pasado. Intocable para Idiakez gracias a su magnífico arranque de temporada y acreditado por Lucas Alcaraz antes de que firmara como entrenador. Jorge Pombo, en su tercera temporada con la camiseta del león, es uno de los pilares. Si bien es cierto que lleva varias semanas sin brillar (como todo el equipo), el canterano ha seguido jugando todo. Su carácter y talento están fuera de toda duda. Ahora queda ver si puede solucionar esos problemas de cara a puerta que le han llevado a solo anotar una diana en toda la Liga123. El equipo va a necesitar cifras mucho más altas por su parte.
Lasure aún no ha vuelto a ser el de la temporada pasada
Daniel Lasure es otra figura indiscutible en el once. El canterano surgió en la segunda vuelta de la pasada campaña y se convirtió en uno de los laterales más interesantes para los equipos medios de la Liga Santander. El futbolista no salió en verano, tuvo una lesión y no ha vuelto a ser el que era. Más corto de piernas, con peor toma de decisiones y con algún que otro despiste como el día del Albacete. Lasure debe hacer crecer su nivel porque es el motor del Real Zaragoza en la parte izquierda. Más importancia tiene aún si cabe cuando se juega con un sistema en el que no existen los extremos y la amplitud deben dársela por completo los laterales. Quizá es uno de los jugadores a los que le está afectando esa horrible racha que venía persiguiendo al equipo blanquiazul.
Esa racha desesperante que fue cortada este pasado fin de semana ante el Nástic de Tarragona. Tras 8 jornadas con los mismos problemas de juego, Alcaraz le dio un giro de guión al esquema táctico del equipo y a los protagonistas del mismo. En esas aparecieron secundarios hasta la fecha como Julian Delmás o Carlos Nieto. Hombres que vienen desde abajo.
El primero de ellos está teniendo una temporada muy a la sombra con respecto al curso anterior. Benito pareció cogerle la delantera desde el primer día, esa que el propio Delmás se encargó de arrebatarle en ocasiones con Natxo González. Excepto por indisposición del exjugador del Reus, Delmás no ha contado. Pero en el último partido cumplió y puede que de proseguir con este tipo de sistema de tres centrales y dos carrileros quizá tenga más opciones de luchar el puesto. Al fin y al cabo, el canterano del Real Zaragoza ha demostrado que cuando llega a línea de fondo tiene un pie más preciso(tres asistencias de gol la temporada pasada) que el de Alberto Benito. Y sin tanta exigencia defensiva, ni tanto recorrido como el que le obligaba el rombo quizá Delmás pueda encontrar más oportunidades.
La otra pieza de la casa que surgió fue Carlos Nieto. Correcto siempre en todas sus actuaciones, se adaptó a una posición que solo había ejercido en alguna ocasión como cadete. Interior de formación y lateral en ocasiones, Nieto demostró que es un recurso útil en la plantilla por su polivalencia y seguridad. Precisamente esto último es lo que le viene faltando a un Real Zaragoza que viene regalando goles en las ultimas fechas por fallos individuales. Por lo que el papel de Nieto puede ir creciendo ya sea como central en una línea de 3 o en el centro del campo, porque hasta el momento el número 17 del club maño no falla, siempre muestra un lado competitivo y correcto.
Con Soro hay que tener paciencia
Pero la plantilla no solo cuenta con estas 4 jóvenes piezas de valor. Alberto Soro apareció en la pretemporada como un niño prodigio al que había que empezar a exprimir a pesar de su corta edad. Los 19 años que evidenciaban su físico y rostro iban acompañados de un talento ilusionante pero que podía perderse si se actuaba de manera precipitada.
En esta negativa situación Soro no ha podido ejercer como luz, seguramente una exigencia demasiado alta. Parece que necesita un tiempo de aprendizaje en la sombra y quitarle presión en la que aún no debe de ser su temporada. Aun así, sigue siendo un recurso con el que contar. Como Pep Biel, que no es canterano pero que pasó por la escuela del Deportivo Aragón la temporada pasada con el objetivo de aprender lo que es el Real Zaragoza antes de que pudiera dar el salto. Un salto que llegó este fin de semana y que vino acompañado de una buena actuación y un gol que puede significar un cambio de dinámica.
Por último y no menos importante hay que rescatar a Raúl Guti. Olvidado por su oscura y dolorosa lesión de pubis pero que la temporada pasada fue una de las piezas clave del equipo. Un centrocampista mixto. Con recorrido físico, capacidad defensiva y un muy buen trato de balón que al club aragonés le aportó un sinfín de posibilidades el año pasado. Ya ha empezado a entrenar con el equipo pero parece que le va a costar volver a un equipo que desde que se fue le echa mucho de menos.