ZARAGOZA | La Ciudad Deportiva está siendo fuente de gran talento y de grandes alegrías para el Real Zaragoza durante los últimos años. Carlos Nieto, Marc Aguado, Francho Serrano, Alejandro Francés, Iván Azón y Marcos Luna son los principales valedores de lo importante que es cuidar y pulir los diamantes que tenemos en la cantera. En esta pretemporada, Fran Escribá no dudó en trabajar con gente del Deportivo Aragón y alinearlos en los partidos de preparación. El valenciano es consciente, tal y como ha mostrado en varias ocasiones, de que los canteranos son parte importante de este proyecto.
En este momento, la realidad del primer equipo es que no tiene disponible a ninguno de sus laterales izquierdos en plantilla. Este es el panorama actual con Carlos Nieto, recién operado por una lesión de larga duración, y Quentin Lecoeuche, que sufrió unas molestias que le mantendrán alejado de los terrenos de juego durante 3 semanas. Este pasado viernes, el técnico zaragocista optó por solventar el problema con futbolistas de la primer equipo. Decidió dar entrada en el equipo a Marcos Luna, lo que desplazó a Fran Gámez al flanco izquierdo. Pero también existen otras opciones, como alinear a Alejandro Francés en esa demarcación o echar mano del filial.
Dos figuras emergen sobre el resto: Andrés Borge y Juan Sebastián. Ambos pueden jugar en esa posición y ambos han dejado buenas sensaciones en los minutos que han participado con el primer equipo. Juan Sebastián estuvo calentando ante el Racing y frente el Murcia, Cartagena y Gimnàstic jugó de inicio. Borge cumplió con las expectativas en pretemporada y jugó como central, pero a lo largo de su trayectoria ha jugado de lateral, tanto derecho como izquierdo. Pero no descartemos más nombres como Jaime Vallejo o Alejandro Jay, que están teniendo minutos de calidad en el filial.
Gran variedad de jugadores y de posiciones
Más jóvenes y de distintas posiciones están preparados para salir a escena en caso de necesidad. Pablo Cortés, Chema Aragüés, Adrián Liso, Alberto Vaquero, Pau Sans o Marcos Cuenca son algunos de los nombres que han estado a las órdenes de Fran Escribá y han dejado buenas sensaciones. Algo que ha resistido, que ha sido seña de identidad y un factor común en esta travesía en el desierto del Real Zaragoza por Segunda División es la mina de talento inagotable que tiene el club aragonés con su cantera.